Aunque la gran verdad se llama arcilla, greda.
Aunque ligeros guijarros presagian
de la abisal noche el secreto
el azar del molinete de los días
valga tal vez por lo del juego.
Porque toda la sorpresa cabe
en el invento armado por un niño.
Poemas de Lubio Cardozo
Oh mater
deífica presencia
soberbia en tu vastedad categórica
no obstante de misterio orlada
más allá del espíritu y de la experiencia.
Oh mater
Hiciste al hombre
– carne de la noche mineral y de los astros –
para soñarte.
En ti confluye todo
al paso de los ríos de la aurora
minúscula carne de Dios.
Más allá del mal de la estulticia
celebras en el sueño del silencio
la permanencia infinita del bien y la belleza.
Sobre planicies y montañas
junto al joven viento o a la niña brisa
concibes en la sabiduría de tu substancia
lo admirable.