Duerme. Tus juguetes se durmieron ya.
Si la niña duerme, dormirá mamá.
Y, ¡pobre mamá! bien lo necesita!.
¡Se doblan los brazos de la mamaíta!
y aunque eres en mi alma un montón de luna,
te mezo, te mezo tierna y fatigada …
¡Duerme ,mientras llenas de luna mi almohada
y vuelves contigo de plata la cuna !.
Poemas de María Monvel
Me estoy durmiendo poco a poco,
me estoy durmiendo sobre el mar.
Un hierro sólo me separa
de su viscosa inmensidad
y yo me duermo poco a poco
con blando y dulce cabecear.
¿vendrá el naufragio si me duermo?.
¿Dónde se fué mi vida?
¿Dónde se fué mi vida
cuando se fué mi estrella?
¿Si huyó de mí, quién sabe,
o es que no puedo verla?
¿Es que me cogió el alma
una brutal ceguera?
En el frío de tu sonrisa
no quedaba ya resplandor …
pero aun la carne se me eriza
cuando pienso en aquel amor !.
Veinte años apenas los míos.
¡Pudiste haberme dado el ser!
Tú eras crepúsculo sombrío
y yo era un claro amanecer!.
Es que yo era la luna
y es que tú eras el sol.
Cuando resplandecías
blanca brillaba yo.
Me miraban diciendo:
‘¡qué dulce resplandor!’
y bajo mis destellos
de clara respiración
se amaban los amantes
con más ardiente amor.
¡Ah! ¡Mi vida! Te amo, te amo ¿has entendido?.
Estoy loco por ti, loco de mil locuras,
y aun digo palabras que son siempre las mismas,
te amo, como se ama sólo una vez, sólo una …
¡Te amo ! ¿ Me comprendes?
¡Muerta!, dicen los suyos, muerta dice la gente,
y muerta digo yo cuando la siento helada.
Y el sol alumbra como no pasara nada
y sigue el corazón marchitando indiferente.
No sé por qué no muero cuando beso su frente,
junto al mutismo trágico de su boca cerrada.
Juega como los pájaros y el viento
y yo, como los pájaros y el viento
le traje a mí, cuando me di al amor.
Juega como los pájaros y el viento
porque toda la tierra es su elemento
aunque le cerquen ya muerte y dolor.
La fortuna te dió un escaso privilegio.
Van sus cadenas áureas a tus manos prendidas
tornándote más bello su extraño sortilegio …
¡Y tu ambición recela que es poco aun, mi vida!.
Los honores doblaron en reverencia grave
su multitud de frentes a tu valer rendidas.
Copa de cristal pulido,
bebo, bebo y no me embriago,
con sabor a corazón
y sabor divino a labios.
Bacante soy de una orgía
deliciosa y no me exalto.
Ruedan abiertas las rosas
sobre mi corpiño intacto,
y yo bebo y bebo más
el licor que sabe a labios.
Me pesaba su nombre como un grillo de hierro,
me pesaba su nombre como férrea cadena,
me pesaba su nombre como un fardo en los hombros,
como atada a mi cuello me pesara una piedra.
Ya no está junto al mío la injuria de su nombre, y… me pesa!
a Luisa Ackermann
Como yo del amor me entrego a la corriente
y sumerjo, en las aguas a que me he abandonado,
mi corazón, y estrecho contra mí , locamente,
un ser idolatrado.
Yo sé que sólo estrecho como una quebradiza
forma, que puede helarse de pronto, sombra vana,
y que ese corazón de llama y ceniza
será polvo mañana.
I
Inquietud de Otoño,
soledad de los parques,
tristeza de las cosas,
languidez de los árboles,
cielos de esmaltes grises…
Otoño, oro y blancura,
¡tu sol es blanco y frío
como la luna!…
Nacen en ti los vientos,
hijos son del Ogro,
y roban a los parques
sus tapices de oro.
Amor único mío,
de mi vida, amor bueno,
que haces de nuevo cándida mi alma,
mi cuerpo virgen y mis labios nuevos.
Maravillosa esponja
de mis dolientes desengaños, fueron,
buen amor, el dulzor de tus palabras,
piadoso amor, la esencia de tus besos.
Porque te llevo bien metida en mis entrañas
y porque con mis ojos y con mi luz te alumbras,
porque pende tu vida de un hilo entre mis dedos
!no te olvidaré nunca!.
Porque el pan que te comes es mi amor quien lo amasa,
porque tengo la llave de tu llanto escondida,
porque guardo en mis manos tu copia sonrisa
¡te amaré por la vida!
1
Dentro de todo es dulce
vivir como yo vivo
pendiente de tu amor
como un globo cautivo.
Corre el mundo a mis pies,
pero yo no lo siento:
sólo tu amor me agita
como un ligero viento.