Sobre el lago, hacia el azul
se eleva la mariposa;
oro brillante sus alas
reverberan con el sol.
Se copia en las aguas verdes
De la orilla, cavilando
Y, al despertar, tenue, agita
Cuernitos de filigrana.
Mariposa, sigue en vuelo!
O quieto oro,
Pensativa quédate!
En el totoral liviano
jugando la mariposa
igual que flor de caléndula
pétalo trémulo va.
De aquí para allí traviesa
Como una pluma dorada
Va perdiéndose en el aire.
¡Ay mariposa amarilla,
ya huyes, ya te me acercas!
También en el corazón
se acumulan los anhelos,
y hacia el puro azul del cielo
sube su entrañable brillo.
De todas las penas juntas
escondidas en el río
con su frágil aleteo
hace surgir la alegría.
Mariposa leve y breve,
sea tu vida perenne
y perenne tu alumbrar.