No pesantez de carne que se estanca,
sino ligero gesto en el espacio.
Curva que, prisionera,
hienda el aire en el salto.
Ritmo donde las alas
recuperen su brío.
(Los músculos se apresten a salvar los obstáculos.)
Oh, senos fugitivos, detenidos en vuelo
por el ineludible tallo de la cintura.
Oh, cóncavas caderas, verticales al suelo.
Las piernas, incendiadas,
giren sobre los pasos iniciados apenas.
El ritmo irá enervando la amplitud de la falda.
Combos los finos brazos,
enmarcando la audacia de la cabeza.
Combos, en el espacio,
cuando el impulso asalte la perfección del cuello
y en torno a todo gire
la llamarada suelta del cabello.