Toma el cuerpo que se entrega a tu cuerpo
como si eterna fuera la pasión que esgrime.
Holla su carne hasta el abismo del clamor
porque nunca sabrás en qué grieta del bosque
culminará su tránsito, se hundirá tu pisada.
Toma el cuerpo que se entrega a tu cuerpo
como si eterna fuera la pasión que esgrime.
Holla su carne hasta el abismo del clamor
porque nunca sabrás en qué grieta del bosque
culminará su tránsito, se hundirá tu pisada.