Un pájaro volando
es siempre un argumento
sostenido por el aire
para cambiarnos la vida.
Poemas argentinos
De pesar una lágrima sentida
No brote, no, de tus hermosos ojos:
¿Por qué llorar mi muerte si mi vida
Era un erial de espinas y de abrojos?
No puede ser mi luz el dulce brillo
Que derrama en efluvios tu pupila,
Y es mi infierno el que irradia del anillo
Que otro en tu mano colocó, Lucila.
Cuando yo tomo la pluma
Y saco a luz mi cuaderno,
Hagan de cuenta que agarro
Mi guitarra por el cuello
Para ver si soy poeta
Fíjate, niña, tan solo
En que lloro cuando canto
Y que canto cuando lloro.
En un overo rosao,
Flete nuevo y parejito,
Caía al bajo, al trotecito,
Y lindamente sentao,
Un paisano del Bragao,
De apelativo Laguna,
Mozo jinetazo,¡ahijuna!,
Como creo que no hay otro
Capaz de llevar un potro
Asofrenarlo en la luna.
Ahora sí que eres mía… En el sepulcro
Puedo llorarte solo mi Lucila.
Te envenenó el gusano, rico, enfermo,
Pero tu estrella para mi rutila.
En las joyantes noches del estío,
Cuando era tu vivir una alborada
teñida cual las plumas de un flamenco
Por una luz dulcísima y rosada;
Tu amor fué mi perfume, mi esperanza,
La novela de mi alma, mi alegría,
Cuando tú me decías: Mi poeta,
Me inundabas de luz y de poesía.
I
En un overo rosao,
Flete nuevo y parejito,
Caía al bajo, al trotecito,
Y lindamente sentao,
Un paisano del Bragao,
De apelativo Laguna:
Mozo jinetazo ¡ahijuna!,
Como creo que no hay otro,
Capaz de llevar un potro
A sofrenarlo en la luna.
Tomé en casa el otro día
tan soberano peludo,
que hasta hoy, caballeros,
dudo si ando mamao todavía.
Carculen cómo sería
la mamada que agarré,
Que, sin más, me afiguré
Que yo era el mesmo Gobierno,
Y más leyes que un infierno
Con la tranca decreté.
Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
a quien, aunque nunca he visto
con fe profunda venero:
heme postrado de hinojos
ante tu altar esplendente,
alzando a Ti de mis ojos
la mirada reverente;
humilde el suelo besando,
dándome golpes de pecho,
con cilicios macerando
mis piernas de trecho en trecho;
cubierto de cardenales
de faz ancha y purpurina,
que me sacan los ramales
de esta dura disciplina;
con el rostro macilento
por causa de ayuno tanto,
y entrecortado el acento
por el más amargo llanto;
suplicándote, Señor,
por la sangre que vertiste
para ser el Redentor
del mundo que redimiste;
y rogándote, Señor,
en fervorosa oración,
que siendo mi Criador
impidas mi destrucción.
El alma del que sufre es noche triste:
Toldada está por el pesar sombrío,
Y las amargas lágrimas que vierte
Son, Lucila, sus gotas de rocío
Halla quien nace bajo estrella amiga,
Florida primavera en su existencia,
Y hasta el cielo, propicio, le sonríe
Del eter tras la clara transparencia.
«Consumatum est!» Jesu-Cristo
¡Ya todo se acabó!.
Dejad que el pecho
Por un instante con mi mano oprima,
Dejad que el llanto de mis ojos corra,
Dejad que mi alma sollozando gima.
Es, señora, mi llanto postrimero,
Llanto del triste corazón herido,
Es mi último sollozo en este mundo,
Es en la tierra mi postrer gemido.
La culpa fue de Girondo, Oliverio Girondo,
que metió en mi cabeza enamorada
la oscura idea metafísica
de que una mujer puede volar.
No es cierto señor, no lo crea,
las mujeres no vuelan
sino dígamelo a mí
aprendiz de poeta, dramatugro,
que llevé a esa fémina magra
a la cumbre de los Pirineos,
a la Torre de Londres,
a los fierros parisinos,
y le pedí que lo hiciera,
por ahora no decía, no.
Juan Gilberto
Soy el premio menor,
la equivocación manifiesta,
el príncipe pálido,
la pizza fría de tu pijama party,
Soy el pelotazo en contra,
el problema mismo,
el garrón engangrenado,
el último orejón del tarro sin dulce
la resaca.
Las muchachas que ya no puedo amar
llevan enjambres de peces alborotados en sus mochilas,
tiñen sus cabellos del color de las hojas del ciruelo,
vuelcan collares de almendras en sus camisas,
desvirgan sus orejas
con setas y caracoles hundidos.
A María Laura Funes
Me lanzo en un abrazo
de baile en vientos.
Señalo a la luna;
no indico su voz ni su verbo.
La arena de la mujer
que me aprisiona,
marca en la clepsidra,
la buena espera,
la hora inmediata
del encuentro sin tiempo.
‘Que tus harapos de oro y sangre vuelen’
Yo quiero ser el que llorando llamo,
al toro herido que enterraron vivo
siempre en la ronda Dios va de tu mano,
siempre estarás de vida en un olivo.
Armado con amor hasta los huesos,
tus gestos torrenciales inclementes
te yerguen minuciosos como besos,
a golpes y cornadas más calientes.
Vendrá el silencio de los pianos,
sucumbirá mi mano a la vigilia
y alguna luna ardiente
cometerá adulterio.
Al borde de tu cama
reposarán mis sienes,
vendrá el recuerdo de tus senos
y dormirá a mi lado
mientras las secas lágrimas sacude
sobre un cuaderno ajado que se ha muerto.
Los fragmentos del último papa asesinado,
Y van… treinta y tres
son expuestos simultáneamente
en 66 paises del nuevo mundo
La quincoagésima feria nacional del hambre
ha tenido su máxima asistencia
Ya se agregó el quinto carril
de la ruta de acero
que conduce a la Antártida
La consulta popular
por el color de la bandera del MERCASUR
dio como resultado
un 82% ganador el negro, 11% el gris plomo,
5 impugnados, 2 ausentes,
no hubo votos en blanco
Quedan 2 calles en Nueva York
donde está permitido fumar, de 2 a 7 y de 19 a 21.
Yo te saludo París,
cuando una rebelión de gárgolas
ebrias levanta el vuelo,
llevándose la catedral a los barrios pérfidos,
donde los jorobados por la vida,
ven cumplirse sus sueños jodidos de locura.
Y una tormenta venérea,
ahuyenta las baladas de los inválidos
que encendieron sus barcazas
en la Isle de la Cité,
para morirse putrefactos o buenos.
Vendrá, ya lo intentó tres veces
Pensará que ha hecho cosas
Pero no las hizo
La muerte como la soledad,
son compañía
en los verdaderos silencios
y tendrá que vestirse de nuevo
acaso con las mismas ropas
Tus ojos se estarán luciendo
pergeñando guiños certeros
Esta muerte que cambia de escena
acto tras acto
que nos acompaña
de ilusiones tardías
de la mañana a la noche
de la noche al viento
insomne en cada víspera
inmutable como un presagio
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo
Lo gritan, lo están gritando
Tus ojos noblemente inmaduros
Cómplices de mi entelequia
Serán una palabra vana
La alegoría de mi garganta
Un grito acallado en las sombras
El mensaje inesperado
Un silencio
Así los ves cada mañana
Saciados hasta los huesos de estrellas
Me ves desde lo húmedo
Cuando te inclinas sola ante el espejo
¡ Oh querida esperanza
Infierno lento
También nosotros aquél día
En que nacemos de infidencias
Sabremos que eres la vida y la nada!
Falta tiempo para escribir sonetos,
para hacer el amor,
para esperar en una misma esquina.
Falta razón para otro brindis,
para una mano más,
para una lágrima escondida.
Falta espacio para un abrazo tibio,
para el silencio de la música,
o el misterio burlón de la alegría.
Vuelven a traernos sopa
Pan no porque es lunes
y las tostadas las comen los guardias
con manteca fresca que le roban al lechero
Piedra papel o tijera
Me cuelgo con la sábana sucia
Caen los párpados al sueño
aunque siento las uñas despiertas
y lágrimas de ron que transpiran las canas
Piedra papel o tijera
a veces me acuerdo de ella dibujé su cara en la pared
al lado de un poema Girondo
que repite cosas que solo pasan afuera
Te acordás Raquel ?
Pese a los límites que le impusieron,
después de tanta imagen, tanto arcoiris,
algo de luz se escaparía al fin
de las pupilas permanentes, cóncavas,
de los pastores y labriegos.
Ciento diez girasoles
orientaron sus voces
hacia el grito del sol
espapado en lágrimas
y ellos también lloraron al pintor
mucho antes de quedarse ciegos.
Tengo 40 años, bueno… 43,
pretendo no pasar por un hombre serio
He tenido mis fracasos pero no por eso
practicaría yoga,
soy un bebedor social,
lo malo es que casi nunca ando solo
y no es que no sea un solitario
…Ud.
a Tania
El mundo fue y será una porquería.com
en el 76 y en el 3000 también
que entre la tele y el diario te alimentan con avisos
te damos la tasa más chica del mercado para tu café con leche
y el precio más bajo por tu alma
o te devolvemos la diferencia
ahora, las balas entrantes también las pagás vos
los únicos privilegiados son ¡sus!
Ha llegado el tiempo de andar en poemas,
alguien ha dado la señal
de los últimos soles y las primeras lunas.
Voy a caer sobre ti como una bendición tardía.
Ya no soy yo el que va de tu mano,
el que te lleva de ojos.
Escribo estos versos a los tantos días
De un mes de invierno
Del año dos mil y algo
Mientras Sábato pergeña su último relato de amarguras
y Japón desaparece definitivamente
aplastado por un sismógrafo ruso
Y ahí lo tenés al tipo
Despojado de alabanzas y mesuras
Como quien te dice con un gesto
‘tomá y hacelo’
sentado en el café
jugando con las estrellas en la mesa
dibujando en sus formas
la constelación del abasto
bizarra como su universo.
El mar se resiste a mis obstinados
intentos de comprenderlo
Alessandro Baricco
Hoy el mar amaneció en mi cuarto
y ésta no es una metáfora del vino.
Arremetió de bruces
con su galope de arena,
intentó pinceladas encendidas,
en unos barcos moribundos.
Que marche un telebin
para ver la posición de tu mirada
cuando sin prejuicios y sin marcas
dejaste caer el bretel izquierdo
de tu vestido perla con la mano blanca
y desde lo alto de tu hombro de ángel
despuntó un sol inocente jamás vislumbrado
Que pasen el riplei en ultra moushon
cuando tus ojos de mariposa
volaron por las ventanas del paraíso
hasta embestir mis deseos de piraña
y surcaron para siempre mi aorta
obstruida de equinoccios
Que hagan patear de nuevo
los doce penales de acero
que atravesaron besaron ves Aron
como perdí por goleada
por salir a buscar el empate
la noche del eclipse del tiempo
Del Vieytes nos aplauden, viva¡ viva¡
y un ángel y un soldado y una niña
se tocan en la esquina del Colón
En tiempo de descuento de esta vida aletargada
meteré dos cambios impensados
la golondrina de una veleta rota
por la canción de un anarquista enfermo
y una bolsa de arpillera de sueños y poemas
por tres botellas de whisky nacional berreta
Te reís pero solo vos me oís
a la luna la atropellaron en Callao
por pedir la hora la hora referí
Al terminar te cambio tu camiseta musculosa
por mi ballenera verde
Y camino a los vestuarios
así medio ebrios medio narcotizados
le hago respiración a la luna por un cráter
y con su sangre arremolinada
escribo un grafiti en el asfalto
‘quereme así piantao, piantao, piantao’.
Y nuevamente la palabra te invita a morir,
y te preparás ceremonioso, vas a la cama,
te vestís de blanco mortaja,
te corregís el pelo,
te acostás sereno, desnudo de anillos y sin dientes,
estirás las piernas con sus últimos crujidos,
cruzás los brazos, pensás,
tal vez sea éste tu primer abrazo.
negrita ¿te has dado cuenta que sería capaz
de comer vidrio por vos?
Rodolfo Edwards
Suena dos veces el timbre en el cuarto
…silencio
después otras dos en el tercero
te levantás desnuda y desfilás por la alfombra
con tu estela de adagios
-suba por favor… esta abierto?-
te vestís mínimamente
encontrás una sonrisa cómoda, dos moneditas y abrís
-arrolladitos primavera, salsa agridulce,
ah… el chaw fan con camarones
viene con un poeta de regalo
lo quiere?-
-no sé y… qué come?-
-nada señora, solo agua durante todo el día
con eso le basta
escribe llora y la mira sin parar, siempre-
-está bien, déjelo, y si no lo quiero más qué hago?-
-no se… hasta luego-.
‘Flota sin ti la madrugada’
Río español sanguinolento riega,
de agosto un andaluz amanecer
y algún cobarde que se atreve niega,
que volverás hoy al anochecer.
Para poder ser libre lo proclaman
a veces no te alcanza con la muerte,
noche abajo gitanos te reclaman,
Y tu luna en la fragua se divierte.
PARTE PRIMERA
El Desierto
Era la tarde, y la hora
en que el sol la cresta dora
de los Andes. El Desierto
inconmensurable, abierto,
y misterioso a sus pies
se extiende; triste el semblante,
solitario y taciturno
como el mar, cuando un instante
al crepúsculo nocturno,
pone rienda a su altivez.
“del estado más sereno” *
a un costado de la autopista -miramos la extendida
llanura arada/ el tramado orden mecánico -de esos
surcos químicamente limpios de la apretada asfixia
de yuyales y maleza/ en cuya cima las hojas -de los
primeros brotes/ traspasan con firmeza la capa –del
blanco rocío escarchado
* “del estado más sereno”
Luis de Góngora, Soneto XII.
“Brillante eternidad” *
el impulso -que recorre oscuros canales licuificados/ ardientes
esponjas magmáticas –recibe en la latencia de cada uno de sus
corpúsculos –fluctuantes destellos eléctricos/ voluntad -que el
ojo no podrá percibir, mucho menos cuantificar en el espejado
campo de la memoria –ese impulso, su refracción digo: ondula
giros centrífugos (derrama la virtud de su latido)
* “Brillante eternidad”
Juan Calzadilla, Tácticas de vigía, 1982.
“al sonido de su nombre” *
el nombre arbitrario de este objeto que te desvela
botella, tornillo, o piedra/ que si lanzado de voces
declina la invisible trayectoria de alturas/ entrega
al esfuerzo de tu oído/ el hueco eco de la colisión
la característica de los cuerpos, peso, tamaño, etc.
“de manera que se sólo ver” *
el siseo lejano de las aguas que desciende de las altas
cumbres/ despierta a las codornices -que con agilidad
y repentina gracia -sacuden su plumaje/ aletean -en el
nido/ –esas aves que no han visto nunca/ del deshielo
la desatada furia de los torrentes/ observan –de la luz
el brillo distinto/ reconocen en ella -señales –secretos
designios
* “de manera que de sólo ver”
Santa Teresa de Jesús, Las Moradas, VI, cap.7.
“Strahlenwind deiner spragge” *
el viento que sopla desde el desierto cristalino
tan blando como un terzo cielo –anunciará del
universo, infinitas desconocidas geometrías/el
más pequeño de sus detalles / los dominios de
una agregada luminosidad
* “Strahlenwind deiner Spragge”; “La ráfaga de viento de tu lenguaje”
Paul Celan, Sprachgitter, 1959.
“In the main of light” *
en un escenario dispuesto por la luz/ -las rocas extienden
en sombras alargadas su inmensa redondez/ -en el aire al
zumbido en vuelo de los insectos/ -el escape de un motor
señala con el agobiado paladeo de furiosas erres flotantes
dilatadas en una nube ácida de combustible quemado/ -el
ritmo de la sierra mecánica/ la tala de los árboles
* “In the main of light”, ”En lo principal de la luz”
Seamus Heaney, “The goverment of the tongue”,1988.
“noche de sus bienes” *
envueltas —en el tibio aire del verano/ las
lámparas eléctricas/ -recrean –en el centro
de la noche -el círculo –de su luz/ flotando
en la oscuridad, -atraídos a ellas -se elevan
alzados en la brisa –los insectos
* “noche de sus bienes”
Edmond Jabés, La memoria y la mano, Versión de Rubén Mejía.
“The pebble/ is a perfect creature” *
ese canto rodado -que se desplaza lento en el repetido
ciclo de las aguas / podrá exponer en la palma de una
mano / el mudo resplandor de su apariencia / -al tacto
inseguro de tus dedos –una estructura única
* “The pebble/is a perfect creature”, “Este canto rodado es una perfecta
criatura”
Zbignew Herbert, Selected Poems, 1968.
“Piedra como tú” *
esta enlodada piedra de metal/ del tamaño —de una ciruela
del Alto Valle -que comparte con la roca gris y los arbustos
secos/ las arenas de este territorio -a tus ojos en la distancia
tendido/ no recuerda sus orígenes —sin embargo cuando tu
boca pronuncia la palabra “meteoro”, fulgirá ella de la fosa
profunda de tu voz/ constelaciones numerosas
* “Piedra como tú”
León Felipe
“all is emptiness” *
la curvada línea de fuego/ el rastro de este cometa
que -con trazos de luz explosiva, ilumina el oscuro
plano cóncavo del firmamento/ describe la cadena
encendida de su recorrido/ huella instantánea –que
al consumirse elude toda referencia orbital
* “all is emptiness”; “ todo es vacío”
Thomas Kinsella, New Poems, 1973.
“confondant la nuit et le jour” *
la naturaleza de las ciudades / que despliegan en
la planicie desolada –sus abanicos circulares/ no
será nunca correspondida/ de la vibración íntima
que irradia del fuego –esta ceniza calcinada
* “confondant la nuit et le jour”; “confundiendo la noche y el día”
Jules Supervielle, Prophétie, 1925.
“like a thunderbolt he falls” *
la onda de aire cálido/ que flota el cielo del pequeño
valle/ sostiene al halcón en magnífico planeo de alas
abiertas/ y de él -el ojo atento/ que mide la distancia
que separa la presa elegida de sus garras/ ojo certero
que dirige preciso/ los relámpagos del instinto
* “Like a thunderbolt he falls”; “Él cae como un rayo”
Lord Tennyson, “The Eagle”.
«bienes de la tierra» *
los dedos pulgar e índice –levemente combados en labor de
pinzas/ presionan el contorno irregular –de esa piedrita que
has recogido a la orilla del río/ la colocan bajo la luz de una
lámpara eléctrica/ que alumbra de su figura la suavidad de
los bordes/ el tallado paciente de las aguas
* «Bienes de la tierra»
Francisco de Quevedo y V., El escarmiento
“not things but minds” *
los glaciares en la lejana patagonia impulsan/ el
tamaño –de su acumulado volumen/– recreando
bajo la magnitud de sus formas/ –una música de
aguas
* “Not things but minds”; “No cosas sino mentes”
John Cage, Themes & Variations, 1982.
«Ciego discurso humano» *
pudiera -quién/ de esa serpiente que se desliza
sobre la tierra seca/ reluciente en un espejismo
de sol/ evocar trazos -movimientos en el polvo
el contenido ritmo -de su vaivén/ los rasguidos
de una piel -desatándose en el aire
* «Ciego discurso humano»
Luis de Góngora, Soneto CLVIII.
“Altre tu en clausura” *
si mi ojo advierte de esas altas cúpulas del cielo/ una elipsis
que no culmina sobre sí misma/ entonces -vos podrás iniciar
el proceso de cálculo de los ciclos del sonido -sus resultados
distantes/ ulos—–rulos/ [círculos de la energía en un tiempo
sostenido] rizos de velocidad varia que dividen -los campos
del vacío
a j.a.p.
“Aquí en el silencio,/ oigo” *
una brisa nocturna —atraviesa los campos roturados
agita las hojas del eucalipto -el crecido follaje de los
cañaverales/ roza sonora —las grandes ruedas de un
tractor detenido
* “Aquí en el silencio/oigo”
Eugenio Guasta, Papeles sobre ciudades, 1995.
Ya los de la casa se van acercando
al rincón del patio que adorna la parra,
y el cantor del barrio se sienta, templando,
con mano nerviosa la dulce guitarra.
La misma guitarra, que aún lleva en el cuello
la marca indeleble, la marca salvaje
de aquel despechado que soñó el degüello
del rival dichoso tajeando el cordaje.