Entonces ves este país del tamaño de un raspón.
Luego un tren en los atardeceres pasa lleno de soldaditos,
que aunque parezcan de mentiras son de verdad,
y ves también los volcanes como manchitas de tinta azul
y no podés hallar una razón (aunque realmente exista)
de por qué hay tantos soldaditos en un país del tamaño de un raspón.