Qué pensarán.
Yo toda grácil entre las garras de una negra criatura.
Litros de barbaridades con purpurina,
y mi tiempo se acomoda a tu mandíbula cómplice.
Yo canto para ti todas las posturas escotofílicas
y las vamos reproduciendo con la feroz inocencia del debutante,
frecuentamos los vulcanos y yo te hago de todo;
yo vestal con uve y tú bestal con be.
La suma de las perturbaciones. Nos seducimos distinto.
Los tormentos que preceden a mi incontinencia.
Aprendernos de memoria
la biografía de nuestras piezas
y tus garras de tiniebla que sean horizonte.
Estaba en el enfrentamiento, en el malsano enfrentamiento
de mis años relativos
contra tus uñas de cuatro centímetros y medio.
La noche, calentadora,
y te pronuncio así: mi bella bestia.