Ama, amor
mientras yo estoy lejos.
Dentro de mí sostengo tu rostro inigualable
y le doy eternidad.
Creces en mí. No cambias.
Sólo el amor da el rostro de lo eterno.
Besa otras bocas
tan bellas como la mía
mientras estoy lejos.
Poemas de Raquel Jodorowsky
Aquí estamos las madres negras
petrificándonos
como un raro ejemplar
de otras edades.
Sin que estas palabras
puedan cambiar
las decisiones de los hombres
que mantienen los pueblos
en la sombra.
Aquí estamos las mujeres poderosas
rodeadas de atormentadores
reducidas a cenizas
por la mano del hombre.
El hombre es un animal que ríe
o es un animal que llora
pero ¿cuándo es
un hombre que piensa?
Pues así como vamos
harán de este mundo
la arquitectura del fin.
Los partidos políticos
que levantan pedestales
de un movimiento sí y de otro no.
Ha pasado un siglo.
Un día alguien levantará
una piedra abandonada
para estudiar
el pasado del mundo.
Y ahí debajo, ensombrecido
estará mi poema.
Nadie sabrá repetirlo.
Sobre la tierra, nuevos hombres
nuevos sonidos, nuevos poetas
van trabajando y cantan.
Es necesario que el día
nos contemple los huesos
Elevemos el amor desnudo
al sol que está naciendo
Yo no tengo miedo de mostrar
el cuerpo que nos habita
a los que pasan
y adivinan
nuestra miseria
Faz a rostro yo te digo
que en mí ya no existe
ningún maravilloso secreto
Porque el día
descubre el fondo
de las palabras que mienten
No me relaciono con el desastre
ni con la muerte.
Soy un as-pájaro que come vida
adaptado a diámetros de luna y sol.
Una mujer pacífica en un mundo de batallas.
Hay tanta cólera en la mente de los hombres
¿Cuándo van a comprender que hay
un camino distinto
para llegar a los grandes poderes?
La mamá le decía que era su joya.
Una noche el enano comenzó a sospechar, sobre todo cuando ella le vertía oro derretido sobre el cuerpo.
El enano se hacía el dormido. Levantaba un solo párpado, pues el otro se le había quemado.