Poesía dulce y mística
busca a la blanca cubana
que se asomó a la ventana
como una visión artística.
Misteriosa y cabalística,
puede dar celos a Diana,
con su faz de porcelana
de una blancura eucarística.
Llena de un prestigio asiático,
roja, en el rostro enigmático,
su boca púrpura finge,
Y al sonreírse vi en ella
el resplandor de una estrella
que fuese alma de una esfinge.