Se añaden sal y pimienta
a una cucharada de ají amarillo molido
con una cucharada rasa de pesares.
Se pone sobre el sueño
como se pone mantequilla al pan.
Después de sacar del sartén
a las fragatas invasoras
se pone caldo o agua.
Se hace dar un hervor
y se vacía como un grito
entre los vivos y los muertos.