Quizas un dia,
hacia el fin de lo tangible,
hablemos con nuestras bocas
soldadas en las semillas
de una fuente de sol.
Y nos irimos disecando
hasta ser solo semillas,
esperando bajo tierra
el nuevo fulgor del verde
en nuestro centro.
Quizas un dia,
hacia el fin de lo tangible,
hablemos con nuestras bocas
soldadas en las semillas
de una fuente de sol.
Y nos irimos disecando
hasta ser solo semillas,
esperando bajo tierra
el nuevo fulgor del verde
en nuestro centro.