Sirtes, Sirtes,
Buscadme propicias
Peñas donde naufragar. Yo sigo vuestro engaño,
El mismo de las olas que en este azul de la noche temprana
Pronto parece víspera
De una partida al sur. Pero dejadme
Contemplar esta tarde, sus restos en la arena,
Pues tanto huele a islas de verano por las corrientes
Mojadas. Permitidme
Permanecer todavía a la orilla de noviembre,
Que es tan hermoso y triste a la misma hora
Quedar solo en lo lejano de los muelles.
Vosotros habláis vocabularios de jóvenes marineros
Que a la decisión de las olas entregaron los pechos.
Decidme también en la bajamar más profunda.