SOMNIUM de Antonio Plaza Llamas

Esta vida es un misterio,
una visión vaporosa,
una vereda escabrosa
que conduce al cementerio.

Siempre la ambición que mueve,
siempre delirios que embriagan,
siempre sueños que no apagan
ni los años con su nieve.

El hombre hasta vacilando
al borde del ataúd,
sueña, en su decrepitud,
siempre la dicha esperando.

Porque la esperanza trunca
muestra siempre su faz bella,
y siempre el hombre tras ella
corre, sin tocarla nunca.

Y siempre su engaño fragua
y siempre loco delira,
y vive entre la mentira
como el pez vive en el agua.

Busca la verdad su anhelo,
y halla la razón curiosa,
misterio es la negra fosa,
misterio es la luz del cielo.

Porque ni esa luz alumbra
a la extraviada razón…
esa luz, es ilusión;
en vez de alumbrar, deslumhra.

Esta vida infortunada
que ama el hombre con empeño,
es un ¡ayl dentro de un sueño;
es un algo de la nada.

Es aire que en su carrera
teje un velo de crespones;
es un nido de ilusiones
dentro de una calavera.

Es óptica embarcación,
que mira un ciego soñando,
estela que va dejando
sobre mares de ilusión.

Es un eco pasajero;
es impenetrable esfinge;
es el fantasma que finge
la sombra de humo viajero.

¿Qué es la vida que la suerte
con tanto rigor agita?…
—Palabra es el viento escrita
por la mano de la muerte.

*

Todo, Muerte, lo derrumbas,
todo tu poder asedia;
porque la vida es comedia
sobre tablado de tumbas.

Todo tu poder alcanza,
todo tu poder nos roba,
que barriendo va tu escoba,
sueños, dolor, esperanza.

Sigue, Muerte, haciendo guerra
sin piedad a los humanos,
con tu cetro de gusanos
y tu corona de tierra.

Al fin la tierra que halaga
es madre nada ruin,
nos alimenta, y al fin
¡¡qué buena madre!! nos traga.