Por haberme besado, querido amigo,
tienes varios años de buena suerte
y pasas a la posteridad inmaculado.
Debo decirte que admiro varias cosas de ti:
tu manera de vestirte,
tus brazos, la curva de tus labios,
tu sonrisa de niño salvaje,
tu buen apetito y el no haber
contestado mis cartas.