Una silla en lo alto de Reina María Rodríguez

una mujer se ha sentado en tu silla turca
sin desnudarse
tan sólo allí
cuando sueñas cuando vuelves
de las complicaciones.
una mujer está hecha de esa soledad
que existe entre lo cotidiano y el deseo.
vuela ante el parabrisas
te engaña se detiene
y luego escapa.
para toda mujer hay un trono
en el centro de un hombre
una silla en la conciencia.
yo vivo sobre la nariz entre tus ojos
bajo la frente
sólo tus huesos son cómplices de mi ocio
así los árboles nos traspasan
los colores nos iluminan juntos
y así la muerte nos matará a los dos
boca arriba
entre tus pensamientos
y mi llanto.