No crean que te espero
porque sé que vendrás a alzar tu casa
de las aguas hambrientas
o de los pretendientes
Te espero porque estás:
nunca te has ido a los asuntos vanos
(las paredes te conocen la voz
en las estancias más calladas)
y todas las pisadas se someten
al ritmo de tus pasos
y hasta la soledad toma tu rostro
al borde de mi almohada