Yo, aquí de Maurice Echeverría

Yo,
aquí,
entre las torturadas guitarras,
entre otros ciegos convocados,
ciegos
vecinos de los vasos
constantes,
pobres locos amarillos
que aturden la noche
elemental.

Qué sitio de mudos muros,
de muerte decorada en la soledad
y en las pastillas.
Qué desierto de niños con asco
y ecos.
Qué tren de luces heridas,
qué perra pronunciación
de los bordes.

Qué ruido.