Yo vivía en el centro de un lago de Agustín Labrada Aguilera

Yo vivía en el centro de un lago.
En un extremo lloraban los vencidos,
en la otra margen se iba fundando el alba.

Mentían los presagios.
La vida, de secreto a secreto,
nunca exhibe la misma máscara.

Vivía en el centro de un lago
y me ahogaba antes de que amaneciera,
por eso hablo siempre en espejismos
y ya no pertenezco a ningún puerto.

Me hundía en las muchachas
y su penumbra para llegar a Dios,
aunque las hojas hiriesen sus vitrales.

Viví la fiebre de sus aguas,
una isla erigí después del miedo,
sólo a los inocentes les abriré la puerta.