Es de quienes escribieron los versos que cité.
Es de los inventores y rehacedores de sus palabras.
Es de la persona que lo guardó con tanto celo que casi no
dio luego con él.
Es de alguien que decide apropiárselo.
Es otra forma de la casualidad.
Es la renovada ilusión de desempeñar el papel de las flores.
Es una avanzadilla de la esperanza.
Es de unos ojos.
Es probablemente irreal.