Un muslo tibio: así
-entreabierto-
que se sienta pasar
intacto y clásico: imagen
suma breve,
gozo de clara visión.
Lancha.
Poemas de Álvaro Cunqueiro
También el mar, hoy,
tiene el alma llena de madurez.
-Se le oye la adolescencia
en el vidrio del aire
llena de fragmentos de vísperas
y de intactas navegaciones oscuras.-
Así. Más allá. Ahora de la sombra:
¿No te duele el canto,
-redondez tibia de beso preciso-
del sol en la sombra?
Sin que nadie lo supiera
hubo un momento puro
en el que nada hubo.
Ahora,
en la palma del agua,
de la sombra el fruto del instante aquel.
Sol:
Cinco ventanas colgadas
de la misma alba rosa:
vivas,
intactas,
desnudas,
con anhelos de manos,
como espejos de mástiles.
Sombra:
Cinco ventanas colgadas
de la misma alba turbia:
calladas,
llanas,
duras,
sin afanes de presencia,
sin afanes de huida.
Acaricio tu frente y la lozana almohada de tus cabellos,
y las puntas de mis dedos posándose en tus ojos
reconocen en la piedra un celeste azul antiguo y amoroso.
¿Quién amores há,
cómo dormirá?
¡Si pudiera apartar de tu pecho las finas manos!
Las letras de tu nombre ya no se pueden leer,
y pues no te puedo llamar aunque quisiese,
déjame en tus labios tus soñares saber.
Quizás soñáis, amor, con el blanco avellano
o con el ciervo que baja a beber a la ribera
o con el mirlo que canta su ocio en el rosal.