Canto a la escoba de Margarita Carrera

Me gusta la escoba
en la soledad de mis manos
en su silencioso barrer de muerte
en su ocultarse
-cual niña solitaria-
tras la puerta dormida.

Sí.
Me gusta la escoba
en canto de limpieza
por su pelo entretejido
su cuerpo de espiga
y porque, loca,
va siempre
patas arriba.