A los cuarenta estoy con un palmo de nariz.
Me apena haber leído tanto y no haber consumado
el placer. Regenta de mi cuerpo, de esta piel bajo la
que fluye el aceite.
Nada a mi alrededor, sólo una hija tierna
– benignos otoños –
Finjo lo que no sé, soy una actriz, mi trabajo
es perverso.