Fui pintor y me pintas,
poeta eres y soy yo quien te canta
desde mi nueva voz redonda: marinero
se hace en la tarde el sol.
Me extendiste la senda de tus versos
para abrazar con libertad el destino.
Te encomiendo una tía y una madre,
dos hijos y un planeta.
Te duelen los pulmones y el ensueño
de tanto oxígeno que te recorre
con silbos y saberes-
feliz circulación-toda la vida.
El mundo: purgatorio
de donde se contempla el Paraíso.
(Catalina de Génova sabía
bastante más que Dante de este asunto.)