Dora Bekerman habla consigo misma de Harold Alvarado Tenorio

Mira los manzanos en invierno.
Están secos con tanto lamento.
Tus nietos fijan sus ojos azules en mi rostro.
Mi cabeza
dorada ayer
mañana estará como la nieve.

Aquí fue nuestro encuentro
en este día.
Hace mil noches.