El radar azul que une nuestras parábolas
Es nadie, en la estratosfera vagando sin rumbo
Centellean las coordenadas de la solar locura.
Agónica palabra muerta que nunca nació
Ni en los ojos ni en el camino de las manos,
Que siempre fue un poema proyecto
En la vieja lanzadera verbal.
Intento repetido, arcaico
Y abandonado por defectuoso y fallido de forma
En la propia concepción espacial
De las palabras en la boca.
Cuerdas endurecidas por callar
Un sonido quieto
Que se quedó a medias
Que se quebró en el azar.