La primera noche que pasé fuera de casa me quedé leyendo
hasta ver fantasmas
entre ellos estaba el fantasma del amor
los años pasan comedidos y azarosos y se van descontando como uvas del racimo
de modo que el esqueleto del tiempo sarmentoso y seco
poco a poco y sin querer se va volviendo basura.
En la nevada Providence la ventana enmarca la nevada
un día cualquiera que no merecería reseña particular
muchos años después,
una película que me sería ajena por completo si no fuera
porque aquí estoy yo y allí está ella tan cercana que casi
puedo tocarla
durmiendo su sueño brutalmente particular
lo que me molesta es no ser ella
aunque yo también vengo de soñar en este ser sin ser nadie
que es estar dormido
alguien me chistó shst señor aura
y la llamada de atención era una voz de mujer que sobre la
calle nevada pintaba mi nombre en una sola pincelada roja
no había nadie como no hay nadie en ese mundo
sólo una mano que metía a cuadro una revista abierta en la
página de anuncios entre los que éste se veía
una voz de mujer chista mi nombre en rojo
dentro de unos minutos tendremos que ir a desayunar
mientras tanto la observo conmovido
mi fantasma duerme