Organillo sonoro de la música vieja,
¿Qué poema doliente se estremece en tu voz?
Esa canción amarga que se acerca y se aleja,
¿es un suspiro largo, o es un supremo adiós?
¿Qué quimera brutal, vieja y desconocida,
allá en tu pecho engendra esa trémula voz?
¡Has querido ser triste para llorar la vida,
o es que quieres ser hombre para sentir a Dios?
Organillo sonoro de la música vieja,
de la canción amarga que se acerca y se aleja,
yo te daré mis sueños, tú me darás tu voz,
y así, en el curso largo de esta senda afligida,
los dos seremos tristes para llorara la vida,
los dos seremos hombres para sentir a Dios.