II
El paisaje es de fábula. ..de ensueño. ..hasta la luna
suscita la ilusión de mágicos países…
El jardín encantado, cuando suena la una,
entre el perfume de almas ve mil espectros grises.
Como un niño extraviado, mi pesar errabundo
va por otras edades doradas y distintas…
(El jardín no parece ya un jardín de este mundo
irreal, sin la voz de sus fuentes extintas…).
Tapiz descolorido de grandes rosas rojas
y magnolias nevadas, es la triste alameda…
Y el alma ultrasensible, al caer de las hojas,
cree oír el rumor de tu enagua de seda.
VI
Mayo en el Huerto y en el cielo…
Arturo Borja
Las rosas del crepúsculo de la tarde de Mayo,
como una fresca lluvia -rosadas, amatistas-
descienden a las casas… el sol en un desmayo
de lumbres, idealiza las flotantes batistas…
Voces que hacen pensar en magnolias y armiños
conmueven el fastuoso silencio de las salas…
Las horas, perfumadas de inocencias de niños,
pasan sobre la frente con dulce roce de alas…
Sobre los sueños puros de nueva primavera,
un júbilo de bronces en el aire se espacia…
y la brisa errabunda parece que dijera;
-Dios te salve, María, llena eres de gracia…