1- 2- 3-. Juegos alquímicos, memorias de tesoros de Alvaro Cunqueiro y un viaje al observatorio de Julio Cortázar. Un escuchar y decir con Abraham Abulafia (Zaragoza 1240-Barcelona 1292) y la Cábala profética. El camino hacia la judería de Gerona en el siglo XIII: el punto de llegada, el call y la casa de Jonáh. Hay que agregar algunas manipulaciones: calcinación, congelación, coagulación, disolución, digestión, destilación, sublimación, fermentación y desgarración. La Belleza fue una criatura de pelaje beato y quieto (que perdí, que lloré y aún lloro). Podemos añadir con Valle-Inclán: «La belleza es la intuición de la unidad, y sus caminos, los místicos caminos de Dios» entre lámparas maravillosas y preludios de éxtasis.
4. «Armonía», 1956 (Oleo sobre masonite). Remedios Varo escribió sobre su cuadro: «El personaje está tratando de encontrar el hilo invisible que une todas las cosas, por eso, en un pentagrama de hilos de metal, ensarta toda clase de objetos, desde el más simple hasta un papelito conteniendo una fórmula matemática que es ya en sí un cúmulo de cosas…» (Octavio Paz – Roger Callois, Remedios Varo). Una visita al estudio de San Jerónimo con Antonello Da Messina (c.1430-1479) me lleva a jugar al trompe d’oeil, a darme un paseo por Venecia y a descubrir dónde estás león que no te veo. De mi mano salió la cara de Lautréamont.
5. Más armonía y un encuentro con la mujer-lechuza de «La creación de las aves», 1958 (Oleo sobre masonite). ¿De qué flor se trata aquí? ¿Acaso de la rosa mística?
6. «Encuentro», 1959 (Oleo sobre tela). Una mujer abre un cofre y se encuentra que éste contiene su doble, ¡vaya sorpresa!
7. Otro mirar (o remirar) la «Armonía» y «La creación de las aves». tejer, ser, deshacer y dejar de ser. Semilla, mandorla, el espacio de la creación.
8. «Mimetismo», 1960 (Oleo sobre masonite). Varo escribió sobre su cuadro: «Esa señora quedó tanto rato pensativa e inmóvil que se está transformando en sillón, la carne se le ha puesto igual que la tela del sillón y las manos y pies ya son de madera torneada…»
9. «Bordando el manto terrestre», 1961 (Oleo sobre masonite). Una muchacha teje su salvación, escapa de lo impuesto y huye con su amado.
10. «Los amantes», 1963 (Mixta sobre cartulina). El alquimista confundía incesantemente la imaginación con sus experiencias físicas: el amor es una alquimia bien extraña que lo confunde todo.
11. «Caravana», 1955 (Oleo sobre masonite). Vuelta a la semilla, recordar, ver la infancia, verme y querer siempre ser la niña de pocos años que fui, al lado de mi madre y de mi padre, en aquellos días felices de La Habana, entre mar, y puertas, y miedos a la oscuridad, y sonambulismo.
12. «El Tiempo era un vasto mar que me tragaba, y de su seno angustioso y tenebroso mi alma salía cubierta de recuerdos como si hubiese vivido mil años» (Valle-Inclán, La lámpara maravillosa).
Quietismo, contemplación, si se llega al puerto se acaba «el oficio de la vela y el remo», por eso quiero ser «Sindbad» y tal vez mañana el sol y me voy a Dublín, y a México, donde haremos muchas cosas, hasta morir, pero un día 7, Gilberto Owen.
13. Tratado hermético ilustrado del siglo XIV, Aurora consurgens. Me valgo del manuscrito de Zürich (Zentralbibliothek, Codex Rhenovacenses, 172).
14. «Retrato del barón Angelo Milfastos cuando era niño» (Lápiz en papel).
15. Dice el Zohar que soñar «en azul» es un mal presagio. Isaac Luria, brillante pensador judío del siglo XVI, fue un apasionado de la canción «Lekha Dodi» («Ven, mi amada»), escrita por Salomón Alkabez. Lo de la armonía del telar es asunto de Cunqueiro.
16. «Vagabundo», 1958 (Oleo sobre masonite). El Bosco deja la baraja de «El loco», inocente tocado por los dioses, que encuentra siempre el tesoro.
17. «Los amantes», 1963 (Mixta sobre cartulina).
18. «Zürich, Zum Storchen» y los versos de Celan que más me gustan: «Dein Aug sah mir zu, sah hinweg, / dein Mund / sprach sich dem Aug zu, ich hörte:» Al suizo Paracelso (1493-1541) le gustaba pasearse, mientras rumiaba sus alquimifilosofías y hablaba de las bacterias, por los portales de la Herberge zum Storchen. También yo, en 1981, 1988, 1989, 1991 y 1993 he rumiado tratados esotéricos por esos portales suizos.
19. Ocupémonos ahora del Splendor solis, obra maestra de los manuscritos alquímicos. Escrito por Salomón Trismonin, el libro narra las aventuras del alquimista, en el siglo XV, en la búsqueda de la Piedra Filosofal. La Gran Obra alquímica podía tener lugar por dos vías: la seca o la húmeda.
20. Serie de grabados alquímicos dedicados al bestiario hermético. Para reproducciones véase Arte y alquimia de Van Lennep.
21. «Retrato de los niños Andrea y Lorenzo Villaseñor», 1957 (Oleo sobre masonite). También los papalotes son símbolos de la ascensión espiritual en la filosofía china. En cuanto al «Tandem», además de cierta aventura mía en la que me monté en una de esas bicicletas curiosas, una tarde de una tarde de Barcelona, se trata aquí de «De Homo Rodans», escultura de Varo, hecha con huesos de pescado, de pollo, de pavo y alambre. En cuanto al simbolismo del texto (y de todo el libro), búscalo tú.
22. «Mujer saliendo del psicoanalista», 1961 (Oleo sobre tela). Varo escribió sobre su cuadro: «Esta señora sale del psicoanalista arrojando a un pozo la cabeza de su padre (como es correcto hacer al salir del psicoanalista). En el cesto lleva otros desperdicios psicológicos: un reloj, símbolo del temor de llegar tarde, etc. El doctor se llama Dr. FJA (Freud, Jung, Adler)». Las Doce Llaves es un tratado alquímico que se basa en grabados simbólicos. La primera edición apareció en Alemania en 1599 con el título de Zwölff Schlüssel. Basilio Valentín, su autor, fue un monje del siglo XV.
23. «Locomoción capilar», 1960 (Oleo sobre masonite). También imaginemos lo que es una «Presencia inesperada», 1959 (Oleo sobre masonite).
24. «Mímesis», 1960 (Oleo sobre masonite). Juego de bellezas griegas, Hiperión y recuerdos de cuando Hölderlin (1770-1843) me llevó a estudiar alemán. «Amach» es vocablo irlandés que significa «estar afuera», y así se llama mi gato.
25. El Uno-Todo es aquí un andrógino, criatura soñada y soñante, así como el Foco Universal. Para los alquimistas, la piedra blanca era capaz de transformar cualquier metal en plata, mientras que la piedra roja lograba transmutar los metales innobles en oro. Ese dragón enano que mata su sed en la fuente vive en un grabado alquímico.
26. El «tren sombrilla» está en el cuadro «La huida», 1962 (Oleo sobre masonite) donde ella y él escapan en un curioso vehículo (objeto maravilloso surrealista) hacia el infinito. Es también un tren que sale de Zürich (Via Gotthard-Chiasso-Milano) a Venecia.
27. Tres cuadros de Varo se unen aquí: «Cazadora de astros», 1956 (Mixta sobre papel), «Nacer de nuevo», 1960 (Oleo sobre masonite) y «La llamada», 1961 (Oleo sobre masonite).
28. De nuevo «La llamada», 1961 (Oleo sobre masonite). Y Van Eyck (1390-1441), con sus cuadros «Hombre con turbante rojo» y «Retrato de bodas».
29. De Fray Luis de Granada, su pequeño poema en prosa sobre la creación, escrito en el siglo XVI, Maravilla del Mundo: «Mas volviendo a la hermosura desta ave, dijimos haberla el Criador fabricado tan hermosa que por ella levantásemos nuestro espíritu a la contemplación de la hermosura del que para este fin la crió».
30. Nerval escribió: «Un vago soplo exhalan vagabundas esferas…» y si entramos en la conspiración del círculo podemos jugar a ser uroboros y vernos Uno-todo. Cuadro de Varo: «Ascensión al Monte Análogo», 1960 (Oleo sobre triplay). Debemos incluir «Rompiendo el círculo vicioso», 1962 (Técnica mixta).
31. Escapar, huir, dejar atrás: «El malabarista», 1956 (Oleo sobre masonite). En la villa italiana Palombara, que fue morada de un rosacruz, había una puerta hermética, la porta magica, llevada a la Piazza Vittorio Emmanuele. Esta «puerta» está llena de inscripciones y signos alquímicos, y podemos leer en ella: «El centro en el triángulo del centro».
32. Belleza, emoción pura, se paseó por las calles de Zürich al comienzo de la primavera y celebró en el tercer lunes de abril la quema del muñeco de paja llamado Böögg a las seis de la tarde en Bellevue. Si de San Pedro se trata, yo siempre estoy con el oído abierto a los tonos del órgano y del reloj con la esfera más grande de Europa.
33. Otra vez los grabados alquímicos y un ir-venir por los ojos de otro.
34. Proceso alquímico, descenso, experimentación, cuerpo tatuado por las llamas, Angel Dust.
35. Si no sabemos tejer, brindemos «Au bonheur des dames», 1956 (Oleo sobre masonite). La inocencia se hace a veces la loca y viaja en naves de diferentes formas. En cuanto al Libro, puedo decir que es un tratado de misterios, misticismo y sueños.
36. Varo pintó «El paraíso de los gatos», 1955 (Oleo sobre masonite) y yo he vivido en un palazzo sureño que es refugio de gatos y de ángeles. En cuanto a de De Chirico, siempre me ha obsesionado su pintura.
37. Otro cuadro, «La tejedora de Verona», 1956 (Oleo). Sin lugar a dudas, el emperador Rodolfo II fue un ser extraordinario. Se aseguró los servicios de los mejores alquimistas del mundo y convirtió su corte praguense en la más fabulosa de Europa. Sus gabinetes de curiosidades o Wunderkämmern exponían monstruos y toda clase de objetos exóticos. Rodolfo fue un apasionado del manierismo y en su corte Arcimboldo pintó sus «cabezas compuestas».
38. Fascinada por los tesoros que encontró Cunqueiro, salto a la risa del huso y la rueca que escriben lo ya tejido.
39. Tabla alquímica, vista de un mapa y uno de los primeros grupos que poblaron Irlanda, los adoradores de la diosa Diana.