Lo único eterno de Omar Khayyam

Abre para mí tu puerta
pues Tú sólo abrirla puedes,
porque Tú sólo concedes
la gracia de verla abierta.

Tú el sendero me mostraste
de llegar a redimirme:
Y si no puedes abrirme,
¿para qué a Ti me llamaste?

Al ofrecerme su ayuda
muchos son los que te invocan;
mas mi rebelión provocan;
mi fe contra ellos me escuda.

Sólo ante Ti me prosterno;
sólo en tu auxilio confío;
todo muere en torno mío:
Sólo Tú eres Eterno.