Seamos soberbios,
insolentes
¡ahora!
Seamos impacientes
intransigentes,
intolerantes,
¡ahora!
En estos días
en que aun podemos
lanzarnos hacia el futuro
sin pesados lastres en los tobillos
sin vientres demasiado abombados,
o la pátina de oro sobre las pestañas,
pues sólo el que no respeta la realidad
puede cambiarla.