Zarpó el buque, adiós dijeron los pañuelos y las manos
el adiós desde la orilla repitieron mis hermanos ….
El navío majestuoso lentamente se alejó.
En el cielo se borraron horizontes y riberas;
así en mi alma se borraron ilusiones y quimeras …..
Poemas de María Cruz
En la cumbre de un Gólgota bravío,
bajo un cielo cargado de tormenta
que oculta el horizonte hosco y sombrío;
sobre la frente lívida y sangrienta
la corona de espinas del recuerdo;
afrentada la sed que le atormenta
con la hiel repugnante de lo cuerdo,
y por la lanza del dolor herida
mortal abierta en el costado izquierdo;
sufriendo de la náusea de la vida
el terror de la muerte; a cada lado
el desaliento y la ilusión fallida;
hasta del mismo Dios abandonado
y hasta sin fe para esperar remedio,
agoniza mi espíritu enclavado
sobre la cruz del Tedio.
Para La locomotora
Junto con mis reliquias más secretas
Y en un pañuelo, blanco relicario,
Donde nunca miradas indiscretas
Profanaran la fe de aquel santuario.
Yo conservaba un guante, un guante usado,
Un guante negro, que a la mente mía
De la sima profunda del pasado
Una faz melancólica traía.
Mi corazón es roca solitaria
Perdida en alta mar…
Tumultuosas oleadas de recuerdos
La azotan sinc esar…
Tumultiosas oleadas de recuerdos
¡La azotan sin cesar!…
La carcomen, la cavan y la agrietan
Y al fin la han de arrasar…
La carcomen, la cavan y la agrietan
¡Y al fin la han de arrasar!
¿Para qué?
El intenso azul del cielo, cual turquesa en agonía,
palidece lentamente, y el occiduo sol estía
de oro y cobre las hirsutas cabelleras del cocal.
Con destellos sonrosados reverbera la montaña,
en fulgor incandescente el distante mar se baña,
y se tiñe el horizonte de carmín y de coral.