Niños de escarcha de Yanira Soundy

Carta a Pulguita

PULGUITA:
¿Que haces sentado dejando escapar tu vida entre pedazos de vidrio?
Descubre tu rostro en el agua oscura y mira tu sonrisa por primera vez.
Deja escapar tu alma de niño, entre los sueños y colorea el canto de las ranas.
No hay árboles torcidos ni tristes, no hay días sin luz. Sólo tu miedo a los caminos solitarios, a las personas extrañas, a la tortura de pensar.
No todos los seres humanos somos malos ni complejos. No todos arrojamos piedras a los sentimientos.
Hay otros cielos que no están hechos de estrellas de papel y estaciones que no abren ventanas a la ausencia.
Y por allí en cualquier parte, en los pueblos perdidos en los montes, en las ciudades bulliciosas, hay quienes regresan jubilosos, después de haber terminado sus estudios.
Pulguita, existen otros caminos, campanas que suenan en los patios abiertos.
Verdes recién nacidos casi amarillos y verdes oscuros en las hojas maduras de los árboles.
Un mundo distinto, con un especial sentido de vivir.

Un mundo que no pone límites al esfuerzo, una carga de años que nos hace un poco filósofos de la vida cotidiana.
Pocas horas me quedan para marcharme, volveré cualquier día, llena de lágrimas y sonrisas, para verte una vez más y descubrir tus manos limpias.