A Horacio Oliveira
Te dije nos veremos y no ocurrió,
tú tenías tu piel enferma de vida.
Hay copas manchadas y ceniceros sucios
que también son el amor el recuerdo.
Pero estoy sin gatos en esta ciudad
donde prometimos encontrarnos,
estoy sin poemas
sin necesidad sin mar.
No hay invitaciones,
tanto que me gusta envejecer en los cines.
Te dije nos veremos,
yo con mi vida saludable de piel.
Hay canciones que te estoy buscando sin parar,
algún jazz algún Mozart,
algún caracol para oír las olas.
Pero no ocurre.
A veces me peino para estar hermosa,
en esta sociedad
donde peinarse no hace hermosa a la mujer.
Me peino para ti,
como si fuéramos a una fiesta donde íbamos a estar,
saludables los dos. Me peino para besarte,
y estar en algún amable lugar del mundo
nunca antes de encontrarte.