No te engañes.
El de la foto
tan sonriente
ya era infeliz
(tú lo sabes,
bien que lo sabes).
Contémplalo ahí detrás,
público o comparsa,
borroso
incluso en primer plano.
Sonríe
aunque esté muerto.
Si le pides
que se adelante
no da sombra.
Convéncete:
sólo la sombra
no da sombra.