Tú, de pie, desnuda en la penumbra.
Tu espalda es el arco del conocimiento.
Desde la cama, observo y espero.
Cuando te vuelvas me dirás quién soy.
Sin otra luz que mi deseo.
Poemas de Carlos Vitale
No te engañes.
El de la foto
tan sonriente
ya era infeliz
(tú lo sabes,
bien que lo sabes).
Contémplalo ahí detrás,
público o comparsa,
borroso
incluso en primer plano.
Sonríe
aunque esté muerto.
El mar, pintado,
y la isla
que desaparece,
no del recuerdo
sino del instante.
Todas las mujeres que he imaginado tenían tu rostro.
Todas eran tú a su manera.
También yo era tú a mi manera.
Libérame del deseo.
Libérame del deseo
incumplido,
de su inútil carcoma,
de su vana miseria.
Pero al fin regresas.
O no te has ido.
O no me he ido.
El hecho es que estás.
Y yo no sé si estoy.
No entiendo
tu manera
de amarme,
amor
que amas
si huyes.
Ni aun
sabrás
que eras
la gracia
breve
y eterna.
La palabra es miedo,
metal, adiós,
cuerpo sin cuerpo,
y derrota.
Todo es abismo.
Charles Baudelaire
Alcemos la copa de nuestros pecados
dijo
la pasión es secreta.
Las ciudades encienden venerables canciones
para sus cuerpos obscenos de diosas funerarias.
Ocúltate en la luz
que estremece tu sombra.
Non c′è di dolcezza che possa
uguagliare la Morte.
Dino Campana
1
Alguien lloraba
en el Camposanto de Pisa.
Sin embargo, las tumbas vacías de los muertos
guardaban la escoria de los vivos.
La cópula no es para mí
más vergonzosa que la muerte.
Walt Whitman
La silueta vuelve su contorno
al que emboscado atisba
las delicias de un cuerpo
de moral desnudo.
Animal saludable
en estado de gracia
¿dónde vive el pecado
sino en la distancia?