Roguemos que mañana de Rafael Gutiérrez

No hay remedio, compañera.

En este país
hasta las hormigas confabulan contra la alegría.

Roguemos que mañana
lluevan sobre nosotros
bestias de amnesia
para quedar, ahora sí, soterrados todos
bajo
un
alud
de
bruma

de la que nunca, oh efímeros, debimos haber salido.