Le besé la mano y olía a jabón:
yo llevé la mía contra el corazón.
Le besé la mano breve y delicada
y la boca mía quedó perfumada.
muchachita limpia, quien a ti se atreva,
que como tus manos huela a ropa nueva.
¡Besé sus cabellos de crencha ondulada:
si también olían a ropa lavada!
¿A qué linfa llevas tu cuerpo y tu ropa?
¿En qué fuente pura te lavas la cara?
Muchachita limpia, si eres una copa
llena de agua clara.