Te busco en el bullicio, en el silencio,
y así como a una presa te persigo
por ver si tú eres el halcón que busco
y postrarme a tus pies o aniquilarte.
Entre la negación y la creencia
ando en tu siga inútil y audazmente.
Eres el alto sueño que mantengo:
no puedo derribarte de tu cielo.
Como en la superficie de una charca
de pronto te apareces o te ocultas,
te distingo entre estrellas o entre peces
como el toro salvaje cuando bebe.
En esta hora a solas con tu historia
he decidido combatir contigo
y no quiero alcanzar una victoria
sino tocarte y proclamar que existes.