Poetisas, dijeron.
Serán tibias
y falsas
y pequeñas.
Aunque seres livianos,
no tomarán altura porque son imperfectas.
Pero si alguna toca en la palabra
como el burro en la flauta
postulemos que es mucho hombre esa mujer
y no
que es mucha mujer un ser humano.
(No una mujer nacida de la sombra
donde seremos siervos o señores.)
Y pensemos después cómo callarla.