Tus ojos me miraron, te miraron mis ojos
y nunca más nos hemos vuelto a ver.
Fue tan sólo un instante, no más, pero en él supe
que tú eras la elegida que pasaba a mi lado,
que tú eras la que hubiera podido ser, un día,
amadora de todas las horas del amado.
Habría sido el único corazón para el mío,
pero tu corazón, como un ave, se fue.
Tus ojos me miraron, te miraron mis ojos,
y nunca más nos hemos vuelto a ver.
Toda entera venías hacia mí, toda entera
hacia ti me empujaban los vientos del azar.
Pero al hallarnos, fuimos como dos barcos locos,
que se cruzan en medio de la mar.
Tus ojos me miraron, te miraron mis ojos,
y ya no nos veremos nunca más…