El poeta es otro yo
cuando paga el alquiler
los recibos de la luz o el agua
los víveres en el super
los libros las cervezas
el préstamo en el banco
la sonrisa en el programa
o cuando pide de a fiado
se expropia de sus versos
se emborracha gruñe
lanza denuestos
y se pavonea en la fiesta
a la cual nunca fue invitado
pero cuando escribe es él
el propio el real
aquél que afeita la mañana
ante el espejo de la comedia
y la escama de la función cotidiana