Yo tengo una extraña que nació salvaje,
de su lejanía se hizo el polvo,
de su soledad mi tiempo…
Ebria, en la majestad de sus costumbres,
se niega a sostener mi próxima mordida,
mi discurso en favor de otras nostalgias,
maníaca y mortal,
herida entre sus mitos
como la musa fuerte de un loco sin historia.