El joven poeta alucina
con alcanzar la cumbre
y avanza engancha
pisa despotrica arrasa
copia versifica plagia
concursa se excusa
se emborracha vomita
aspira abraza a medias
arruga el rostro rechaza
hasta que al fin
comprende
que la cumbre
no es más
que la medida
de nuestro propio ego