¡Qué raudo el tiempo pasó
de la ardiente adolescencia!
La primaveral esencia
del placer se evaneció.
De la Juventud el ave
de plumaje bizantino,
¿Quién sabe cuándo aquí vino?
Y cuándo se fue ¿quién sabe?
¡Qué raudo el tiempo pasó
de la ardiente adolescencia!
La primaveral esencia
del placer se evaneció.
De la Juventud el ave
de plumaje bizantino,
¿Quién sabe cuándo aquí vino?
Y cuándo se fue ¿quién sabe?