en el centro puntual de la maraña
Dios, la araña
Alejandra Pizarnik(Escrito el día fatal)
Allá donde la carne es harapos
mi corazón es reflector.
La araña con su linterna estudiaba tus pasos al alba.
No sabía que volabas,
que subida a un relámpago perdido
pisabas las tripas de la eternidad y sus hijos leprosos.