En la árida playa del próximo río
tan sólo hay enjutas y ardientes arenas;
vapores que se alzan de un fétido estanque,
brillando a lo lejos titilan y tiemblan.
***
En todo el espacio que abarca la vista
ni un alma se mueve, ni un eco resuena.
En la árida playa del próximo río
tan sólo hay enjutas y ardientes arenas;
vapores que se alzan de un fétido estanque,
brillando a lo lejos titilan y tiemblan.
***
En todo el espacio que abarca la vista
ni un alma se mueve, ni un eco resuena.
Hubo un tiempo de amor contemplativo
En que el saber, muy poco positivo,
Confundiendo la tierra con los cielos,
Ensalzaba las vírgenes modelos.
Y en que inspirándoles horror profundo
La realidad prosaica de este mundo,
Las muchachas de quince primaveras
Se arrobaban en místicas quimeras.
Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.
Si alguna versos escribe
-De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
Del sol del verano Los rayos de fuego
calcinan la tierra,
Las horas transcurren y en lenta agonía
se abraza y consume la mustia pradera.
En la árida playa del próximo río
tan sólo hay enjutas y ardientes arenas;
vapores que se alzan de un fétido estanque,
brillando a lo lejos titilan y tiemblan.
Sola, en el ancho páramo del mundo,
Sola con mi dolor,
En su confín, con estupor profundo
Miro alzarse un celeste resplandor:
Es El! Aparición deslumbradora
De blanca y dulce faz,
Que avanza, con la diestra protectora
En actitud de bendid6n y paz.
A qué región me llegaré a buscarte
ahora que reposas a mi lado
en forma de deseo
hombre
cuya belleza apenas
conocía. Cada día me ciñe
su cilicio de ausencia.
Me has herido de vida desde toda
tu muerte
y no hay sueño bastante a tu vacío.
Hay libros que se escriben sobre la carne misma.
Son esas cicatrices que nos hablan
y sangran
cuando el tiempo se rinde a su derrota
un puñado de signos que apenas
comprendemos
y eran el beso intacto de la vida.
La casa que abrigó tu corazón
será una ruina. Furtivos
en la noche
la habéis abandonado.
Oscura en el jardín la tierra removida.
Quise
decir traición
y dije llanto.
Sólo el ave conoce
los exactos perfiles.
De sus ojos aprendo
el universo miniado
el eterno poniente que oscurece
las islas.
Puedo ver la verdad:
el lento claudicar del horizontes
y su amarga
caída.
Te has ido como el sol.
Una boca de tierra
te había comulgado.
Luego sólo la llama enmudecida.
Yo tengo una extraña que nació salvaje,
de su lejanía se hizo el polvo,
de su soledad mi tiempo…
Ebria, en la majestad de sus costumbres,
se niega a sostener mi próxima mordida,
mi discurso en favor de otras nostalgias,
maníaca y mortal,
herida entre sus mitos
como la musa fuerte de un loco sin historia.
Qué locura me inventas
carne en giros
en plena luna llena
y tú desafiando la violencia
de los lobos,
con las piernas por ego,
con tus ojos eslavos
y esa densidad de reina
que ataca mi silueta
retorcida y esquiva.
Sobre la tierra negra quedó
la estela roja.
José. M. Poveda
En el surco
el labrador acude a su existencia,
es sólo un rostro tenue
una felicidad imprecisa.
Todo el destino
habita en sus semillas,
el reino,
la armonía.
a Marielena Hernández
Naceré de mí,
sacudiendo el polvo de rodillas
ya vivo entre los dedos de mi madre y mi yo
multiplicado en vicios y grandezas,
y mi primer poema,
dos versos tristes,
y mi primer regalo un árbol seco.
La ciudad continúa disfrazando sus perros,
cruzan como fantasmas
que una vez tomaron el silencio de las calles.
Erarios que el asfalto condenó
al desperdicio vagabundo de la acera.
Criaturas enfermas,
libertadores del asfalto.
sus ladridos se afanan contra el polvo,
ascienden sobre el viento
que más allá del eco se corrompe
que más allá del mar muere en silencio
La ciudad, perro a perro
dejo sus almas en el callejón
donde la gente suele alzar un pie para orinar,
donde la gente perro a perro se aniquila
Por el jardín paseaba la Abadesa
Leyendo una oración de su breviario
Sus ojos eran de un azul turquesa,
Su tez como el marfil de su rosario.
Así cruzaba la divina obsesa,
Defendida de un mal imaginario,
Por aquel corazón que su pureza
Bordara en su bendito escapulario.
Elevó, adusto, el sacerdote anciano
de ácimo pan la nítida blancura;
trazo el signo de un símbolo su mano
y consumo la mística figura.
Plegose en el altar velo liviano
Y ante el pueblo, en beatifica postura,
Fulguró el sol flamante y soberano
De la enorme custodia, su hermosura.
Me parecen tus pies, cuando diviso
que la falda traspasan y bordean,
dos niños que traviesos juguetean
en el mismo dintel del Paraíso.
Quiso el amor y mi fortuna quiso
que ellos el fiel de mi esperanza sean;
si aparecen, de pronto me recrean;
cuando se van, me afligen de improviso.
Encendido en sus propias llamaradas,
la sed devora al luminar del día,
y, eterno amante de la noche fría,
persigue sus espaldas enlutadas.
Ansioso de sus sombras regaladas,
en vano corre la abrasada vía;
que él mismo va poniendo el bien que ansía
donde nunca penetran sus miradas.
¡Es ella..! Amor sus pasos encamina…
Siento el blando rumor de su vestido…
Cual cielo por el rayo dividido,
mi espíritu de pronto se ilumina.
Mil ansias, con la dicha repentina,
se agitan en mi pecho conmovido,
cual bullen los polluelos en el nido
cuando la tierna madre se avecina.
Quisiera adivinarte los antojos,
y de súbito en ellos transformarme;
ser tu sueño, y callado apoderarme
de todos tus riquísimos despojos;
aire sutil que con tus labios rojos
tuvieras que beberme y respirarme;
quisiera ser tu alma, y asomarme
a las claras ventanas de tus ojos.
Mil veces con palabras de dulzura
esta pasión comunicarte ansío;
mas, ¿qué palabras hallaré, bien mío,
que no haya profanado la impostura?
Penetre en ti callada mi ternura,
sin detenerse en el menor desvío,
como rayo de luna en claro río,
como aroma sutil en aura pura.
Todo está a flor de tierra
¡Claro, todo!
Tus misteriosos dientes
Tu vientre de bruta domesticada
La vida
Que galopa
En la grupa del tiempo
(Es medio día)
en el templo
cae el sol
marcando
misteriosos signos
(El portero abre la puerta)
alguien tropieza con la historia
y descubre las redes
curtidas por los vientos
mordida por los peces
todo está a flor de tierra
¡Claro, todo!
Sollozo hacia dentro
hacia mi carne vacía
donde mis ojos cerrados
niegan ver el humo
que brota de mis manos
luego fumo
y exhalo al infinito
la imagen rota de mi sueño
y pienso que vendrás
– Por que hace tiempo que no vienes –
y siento que te extraño
el aire de mi cuarto
aun huele a tu presencia
y reposa en mi lecho
tu cuerpo desnudo y nuevo
como cuando bullíamos
plenos de entusiasmo
y tú ríes y cantas y bailas
luego degustamos las uvas
uno a uno nos saboreamos
lentamente uno a uno
nos vamos degustando
todo el polen
uno a uno
en este galope nacarado
es día, es noche, es día, es noche,
mi cama vacía de día, de noche
hacia dentro
sollozo con mis ojos cerrados.
El tesoro antiguo
viene alumbrando
sobre mi silencio.
Voy clavando
mi espuela
en el patio oscuro.
Salto en las madrugadas
Abandonando mi manto.
Escucho caer el agua
sobre las mentiras
sembradas de esperanza.
Veo los hombres
el tiempo parece verde.
Quiero el consuelo de tu carne
un beso de amor anhelo de tus labios
una palabra minúscula
que se abrace a las sombras
en el libérame del ensueño
anhelo el yo de las tardes
que se abrazan en tus ojos
quiero tus dedos salados
en esta ausencia flotante
donde los arboles de siempre
se divinizan en el minúsculo tatuaje
de tu sombra que palpita
gozosa en mis brazos
en este simulacro de oraciones
donde tu parecido y el mío
llenan de tibieza el arcén del crepúsculo
luego existimos entre la realidad
y la prueba humedecida de tus ojos.
Cuando deje la existencia
Vendrán a saludarme
Aves de todos los plumajes
Graznaran
En la hora quebrantada
Y andada la noche
Disputarán
honores en la comedia
voy oliéndolos
en mi aullido final
y canto
el aire se enrarece
– todos duermen –
yo los miro
con la rabia impotente
los vuelvo a mirar
luego viene el sueño.
mi corazón
para que en él escarbes
busques tesoros
entierres muertos
no estaba muerta
pero me vi nacer
en la primera cita
con tu cuerpo
tengo muy poco
pero te entrego todo
la margarita anciana
el pavimento
las cuerdas que me rodean
el cuello
no te pedí que aparecieras
mas llegaste
con tu medio melón en la cabeza
a beber de la ubre de mi alma
¡vení!
‘sí lo volvería a hacer’
pienso
y te acaricio la ausente patagonia
que llevas en la frente
sé que no querías hacer el viaje
sonríes al parabrisas
(no es bueno distraerse mientras se maneja)
pero tu pupila derecha me arrincona
suficiente para sentirme más importante que el volante
el reporte meteorológico decía ayer
que hoy estaría nuboso y soleado
está ambos
nosotros también
II
‘ponéte los anteojos que no ves bien’
dices bromeando
no sé por qué te hago caso a veces
como si fueras mi padre
a quien sólo por amor alguna vez hice caso
‘en definitiva me quedo contigo
de nuevo’ insisto
mientras una lágrima nacida en la guerrilla
de mi garganta
se lanza por la ventana del carro
vamos a ciento veinte kilómetros por hora
mérida cincuenta y uno dice una señal
aminoras
un trailer se volcó en la carretera
cero heridos
sólo un susto te rebasó por la izquierda
porque en otras palabras te repito
que para mí no hay sufragio efectivo
te re elijo
aceleras
III
voy a besarte de nuevo
lo haría en el dedo gordo de tu pie
pero mi orgullo es orgulloso
y mi sentido práctico lo encuentra incómodo
además
es más fácil tirarte petardos de ignorancia
o de reproche
y consolarte después
no hard feelings
(tú también lo haces)
IV
Llevamos más de mil días probando suerte
tú renunciaste al tarot
yo a mi cordón umbilical
los augurios
cruz cruz
hay que acallarlos a bofetadas
cerremos los ojos y gritemos Su nombre
que el circo romano aún no acaba
tú y yo
podríamos ser nuestros leones
V
‘centro histórico’
cómo te lo digo ahora
con cuarenta grados centígrados
si empiezas a agonizar después de los veinticinco
en el medio de la ciudad
este pucho tráfico
y el motor recalentado
dices ‘parar, hay que parar’
olvidé mi alerta escribiendo poemas
no te pasé a tiempo la herramienta
ahora me tocan los petardos
grito en silencio ‘xo!’
alegrándome de saber algo de maya
mientras se te salen los ‘boludo!’ entre boca y lengua
‘mamita querida
(pienso)
amo tu idiosincracia hasta que la detesto
y viceversa
VI
deberías estar enfurecido
yo escribiendo poemitas
mientras tú hurgas en el cofre
jalas pinchas conectas y vociferas
pobre motor qué fastidio
arrancó de nuevo y logré el indulto
no todo está tan mal después de todo
pero que no se me ocurra decirte
‘estamos juntos seamos felices’
porque éso sería una hijueputada
con tanto calor
las manos negras de aceite
y el carro desmayado
VII
llegamos al capítulo siete de esta pequeña historia
de nuevo tu pupila derecha
esta vez mirando inquisitiva a mi libreta
‘¿qué tanto escribe?’ pensarás
mas ya lo sabes
pero quieres que te lo diga
o que lo siga escribiendo
VIII
no me fui a porto fino
ni a grecia
ando a tres patadas de ah kin pech
donde la diversión está en la hamaca
me paseo oronda en un shopping mall
con los cabellos erizados
polvorientos y calva de peine
me miras como si nada
‘a ver si se atreve a besarme’ reto
y me besas
es hora de tomar tu mano
para subir las escaleras eléctricas
(me hace sentir como el primer día de escuela)
el paraíso existe
y no es como dicen en los cuentos
ni en las telenovelas
IX
el hambre aprieta y carece de fantasía
decidimos comer
dos hamburguesas
dos sobrecitos de mostaza
dos de catsup
somos dos
yo quería más catsup
‘tomá el mío’ dices
(primera señal de buena voluntad)
mas yo me niego
‘andá’ insistes
(sé que no tomarás tu catsup para que lo tome yo)
no
si tú no lo comes
yo tampoco
al final sobraron dos sobres de catsup
voy a llevármelos a ambos
como muestras de amor
(si caben
tengo el bolso repleto de ellas)
X
ayer hablábamos de casas euzkera y yo
por las voces de rosario de pita y de cecilia
ellas decían ‘mi casa soy yo y yo soy mía’
‘qué mujerones’ dijimos
pero yo no soy mi casa
mi casa eres tú daniel
donde estás tú
está mi casa
XI
ya te estás sacudiendo de impaciencia
pero estoy ocupada redactando
mi testamento de amor para tí
no molestes
te amo
es todo lo que he querido decirte
y es todo lo que te dejo
si me dejas terminarlo
XII
te lego en vida mi único bien
que es el amor
si te lo llevas a la tumba antes que yo
viviré agonizando lentamente
por favor
cuídame de la muerte
XIII
es hora de dormir
y de oración
gracias señor
por habernos (re)unido
ahora somos un rompecabezas
bien parido
ayúdanos a conservar
intactas nuestras piezas
amén
XIV
si no te gustó este poema
cómetelo
tengo suficientes sobres de aderezo
en la maleta
(tendré que aprender varios idiomas
nunca sé cómo decirte que te quiero)
XV
quizá si te beso intermitentemente
en una vida
pueda convencerte
o vencerte con mi amor
a la mexicana
(como la chinaca a pantaleón)
soy tan leal y revoltosa
que hubiera enamorado
al che guevara
No me atrevo a mirarte sin motivo.
Y si duermes,
necesito una razón para no verte.
Porque es como si un ángel
dormitara en tus pestañas.
Y es difícil discernir
quién está velando a quién.
Es como si el mar que hay en tu frente
fuera playa
y tu boca una lanchita
atascada entre un coral.
esta es la guerra
amor
esta es la guerra
dijiste en ese entonces
cuando el amor
te dio el par de botas
con que llegaste a mí
pateando fronteras
por aeropuertos
‘aquí vengo
aquí vengo’
decías
con las suelas
adoloridas
de profecías fermentadas
no se me ocurrió
pensar entonces
que eras tan solo
un hombre
necesitado
de sí mismo
hambriento de probarse
que todo valió
la pena
-hasta la miseria
del autoengaño
para alcanzar tan sólo
éso
éso tan solo
que llaman eco
de amor
eco eco
que responde
a la lágrima
semilla del silencio
al sollozo encallecido
constipación del alma
eco
eco
cuatro pies sobre la arena
caminando
a un mismo ritmo
eco
la mano extendida
para atrapar cometas
eco
tantas voces crepitando
tanto tanto
de los tantos
rostros que paren
morfina a los momentos
entre el cristal líquido
y el miedo
‘esta es la guerra’
dije
torpedos de desconsuelo
carne viva
cauterizándose
en poemas
esta es la guerra
declaramos
y morimos
lentamente
en este instante
no lo sabíamos
ni lo sabremos
si existe paz
en el olvido
tú con una pierna menos
yo con el brazo
mutilado
me pregunto
en medio de las ruinas
cuán difícil
se te hará andar
en la arena
como podré
un día asirme de mi vida
con una mano
colgando del destino
II
esta es la guerra
la revolución
viva la revolución
vengo corriendo
estoy armada
con mi cuerpo
nadie va a matarme si no quiero
nadie va a tirarme
en una fosa
porque estoy
festejando en las haciendas
mi triunfo
que no el de ustedes
hombres
mi revolución no tiene fin
ni madre
ni nombre
mi revolución soy yo
voy a morir
por dejarme dar un beso
por dejar
que me acaricie
el enemigo
de incógnito
comandante de guerrilla
monarca en tierra de indios
(nadie lo sabe)
voy a dejarme disparar
lengua con lengua
voy a morir
condecorada
en otro cuerpo
bombardeada
humeando fuego
sucia de besos
abandonada
sobre su sexo
atravesada
y con la vida
pujando por
la entrepierna
esta es mi guerra
vengo corriendo
desarmada de mis
miedos
voy a morir
de revolución
de piel
de ganas
voy al paraíso
al matadero
la vida es buena
andando descalzos
y en calzones
en nuestra casa
de tres piezas
el sol desafinando
en nuestro patio
tres cuerpos mojados
una manguera vieja
y un patito de hule
en la bañera
la vida es buena
cuando dejamos abiertas
las puertas
para mirarnos
para entonar a coro
country roads
y bailar con las canciones
de branduardi
la vida buena
es como la semilla de henequén
que crece aún entre las piedras
es ensayar el verbo
de la intimidad
inflar globos
de colores en la sala
hoy comeremos pasta
con fondo musical de calamaro
el espíritu de amar
está en la mesa
y eso es todo
lo que al final
necesitamos
es suficiente
para que valga la pena
no pude llorar ayer
porque era anti práctico
además
me la he pasado
llorando por dentro
¿qué más da hacerlo por fuera?
-pensé
antes llorarle era bueno
‘como un cuervo
viudo
disecado…’
ser el cuervo
es otra cosa
me despertó una pesadilla
ojalá fuera igual
con las pesadillas en vivo
aquí una no despierta
hasta que llega
al final del túnel de la angustia
me levanté
porque estaban
por vomitar
mis ojos
entonces pensé
que era el momento
de salir al patio
lloré un cigarro
regresé
para encender esta pantalla
que me ha consolado
en situaciones semejantes
(es patético
pero debería promocionarse así)
leí a bea
dice que la hice llorar
(bueno
una bola de incertidumbre
y yo entre ellas)
leerla
me hizo llorar
¿haremos una cadena
de supermercados
del llanto?
Ya he llorado
hasta sentirme viva
Me he comido de dolor
hasta los dientes
Llorarte, sí
pero lamiendo el mundo
Amarte, sí
y llorar de amor por eso
Llorar sin religión
sobre una biblia de lágrimas
He pensado demasiado
en lo que te falta
y me sobra
Lloro sin querer,
como si hubiesen motivos
De cabeza,
tengo perlas en la frente
Llorarte entre la gente,
hacerlo a solas
como un cuervo viudo
disecado
Hacer el Kamasutra
de los llantos
sobre una balsa de sollozos
encallados
Llorarte en rebelión,
en sumisión,
en bolas,
como en la maratón
del desamparo
Me río
y llueven recuerdos
de mis ojos
Tú lloras
como un porrito abandonado
Me hace llorar el humo
pero prefiero fumarte
Fumarte
mientras lloro un cigarrillo
Reír es mejor
reír contigo
pero si no hay remedio
lloremos juntos
en relevos
Yo sé que vivir
sé que llorarte es bueno
Y dejar que también
lo hagas conmigo
no te imagimas qué bien me veo hoy
con el orgullo abanderando la cabeza
con qué garbo me iré andando hacia
[el trabajo
con la sonrisa terca
como una etiqueta que se asoma por
[el vestido
‘¡qué buen porte!’ dirán los que me
[vean
‘¿a qué se debe?’ inquirirán muertos
[de envidia
lo digo-no lo digo
entienden-no lo entienden…
deshojo opciones
mientras busco campanarios
arrullando palomas pintas
espíritus de flores en la acera
decido que no me importa
pueden verme todos
véanme enmarcada de dorado
con una cereza en el orgullo
doy un latigazo de alegría con el pelo
dejo que me canten los grillos
desde adentro
sé que dije que no volvería a caer
pero no tengo remedio
amo la magia que me diste
con un poema
no me quejo de la minusvalía
con que tasaron a mi género
los vecinos del débil sexo fuerte
ni remedio
tampoco dejaré de ser por eso
pterodáctilo maternal
sobreviviendo los milenios
ciberferomona de pantalla
con regulador de llanto en el cabello
ni lavándome la cara me quitaría
el maquillaje de alma puesto
en la tristeza
porque es lanza dudosa y garra amaestrada
contra la burla del sexo cavernario
no me quejo
sé que mis venas contribuyeron
al calvario
II
me tocó recoger varas para el fuego
dormir rinocerontes sobre el pecho
llorar dentro del útero
fuera del útero y a causa
y grito
¡hijos de puta!
Llegaron otra vez
el día que muere y el que nace
la hora de vencernos en silencio
con las pieles infinitamente incrédulas
No nos agendamos los momentos
y sin embargo
somos puntuales uno al otro para amarnos
sin mostrar las carnes
ni pensar con gula en canjear labios o manos
por eso escribo
que amarte se engendró en lo extraordinario
digamos, por ejemplo,
que me haces llamarada hecha de agua
Porque, querido,
casi te anhelo como si habitara en hombre
como si pudiera hacerte un hijo
sin tocarte
que por ti conozco el clímax de mi alma
Casi concluyo que perdí
la más natural de las lógicas
porque, amor, qué intolerable me resulta
y qué molesto
que tengas que irte
cuando estoy acariciándote por dentro
Alguien sentenció en mi oído
que me muevo a las pasiones descarnadas
Mas no es verdad esto
Los devasta a frustración su propia envidia
porque nunca los besaron
con el roce de los labios
sólo un pliegue a la vez en la rodilla
..
ultimadamente
me vale madre lo que piensen
los que me leen
y los que se espantan de mirarme
con estos ojos,
sendos ojos de perro atropellado
digo yo
¿qué tienen para mí?
dénmelo ahora
tengo el morral lleno de compasiones
rumores
bla bla bla
dénmelo ahora
ultimadamente
no me interesa si tardan mucho
o diez minutos cuando cogen
si tengo que escucharlos
desde el patio
si les compraron un rolex de aniversario
si no les llevan flores
yo soy esta mujer
aunque parezca una colilla de cigarro
soy esta mujer que no ha sabido
si supo amar
o si la amaron
¿tienen pena para mí?
En el pico de un banco está sentada.
No quiere molestar. No mira al frente.
No la turban los ruidos ni la gente.
La tela que la cubre está gastada.
Es blanca su cabeza mal peinada.
Veo de su perfil sólo un pendiente,
y un zapato sin brillo, indiferente
a la media tupida y descolgada.
Bajo mi rostro a tu perfil yacente
que alumbra el lecho de tu alcoba oscura.
Un escarchado arroyo es tu figura,
y en ríos van mis ojos por tu frente.
Yo caliento tu helor inútilmente.
Párpados tuyos besa mi locura,
pómulos, labios de tu boca pura.
??¡Jueces, justicia!??, sin cesar repito.
Ronca, impotente, voy por los juzgados,
peores que sepulcros bien sellados
que me cortan la voz cuando les grito.
Libres, impunes de su gran delito,
una mujer y un hombre, dos malvados,
mancharon con peritos sobornados
mi limpio nombre en cada verso escrito.
Dime:
Si yo fuese a tu alcoba
en una noche clara,
desdoblado mi oloroso cabello,
y mis dientes brillaran
al borde de tus labios,
¿cómo responderías oyéndome decir: ¡Abrázame!?
¿Romperías las leyes
del gran amor que te sujeta?
Al Dr. D. Benito Rutz Quíntela, que tan
angelicalmente cura y sonríe a los niños.
¡Silencio!: Un niño va a nacer.
Que toquen campanarios. Orquestas. Catedrales.
Que se callen computadoras
yunques y turbinas,
bases de lanzamiento.
Que se olviden diplomas
pergaminos
fajines
y medallas
Un minuto de pureza en los lechos.
¿Por qué te asustas, ave sencilla?
¿Por qué tus ojos fijas en mí?
Yo no pretendo, pobre avecilla,
llevar tu nido lejos de aquí.
Aquí, en el hueco de piedra dura,
tranquila y sola te vi al pasar,
y traigo flores de la llanura
para que adornes tu libre hogar.
Quejas del alma, vagos rumores,
lejanas brumas, rayos de luz,
fragante aroma de índicas flores,
himnos de guerra, cantos de amores
brotan al ritmo de tu laúd.
¿Quién, recorriendo tus Fantasías,
hijas del trópico abrasador,
vibrar no siente las armonías
de aquella raza que en otros días
poblar sus selvas Quisqueya vio?
Llega en buen hora, más no presumas
ser de estos valles regio señor
que en el espacio mueren tus brumas
cuando del seno de las espumas
emerge el astro de esta región.
En otros climas, a tus rigores
pierden los campos gala y matiz,
paran las aguas con sus rumores,
no hay luz ni brisas, mueren las flores,
huyen las aves a otro confín.
¿Adónde el alma incierta
pretende el vuelo remontar ahora?
¿Qué rumor de otra vida la despierta?
¿Qué luz deslumbradora
inunda los espacios y reviste
de lujoso esplendor cuanto era triste?
¿La inquieta fantasía
finge otra vez en la tiniebla oscura
los destellos vivísimos del día,
lanzándose insegura,
enajenada en su delirio vago,
de un bien engañador tras el halago?
Memorias venerandas de otros días,
soberbios monumentos,
del pasado esplendor reliquias frías,
donde el arte vertió sus fantasías,
donde el alma expresó sus pensamientos.
Al veros ¡ay! con rapidez que pasma
por la angustiada mente
que sueña con la gloria y se entusiasma
la bella historia de otra edad luciente.
Todas las noches
llegan en coche espacial
Son una luz viajera
Son llamas bastante añejas
En donde esté siempre veo
palpitando las luciérnagas
Pero la raza no cree aunque las vea
Se trata del miedo ancestral
que encandila un gobierno animal
Sin ofender a la inocente fauna
Subiremos hasta ellos
en el elevador de las alma
Cuando tranquila mente la muerte
nos invite a abrir los sellos
del sueño de ojos abiertos
donde el cuerpo es una casa
de vitalicia renta pagada
Llegaremos hasta ellas
Beberemos sin botella
La leche de las estrellas
Aquel día dormí temprano
Tres extras
terrestres de tres metros
iluminaron mi nombre
con un bautizo estelar
Desaparecido de la almohada
desatomizado como el Doc Spock
en otro planeta me tambaleaba
embriagado en la visión
Cuando desperté me llamaba Sol
Siempre las noches buenas
llegan en nave solar
Son una luz verdadera
Luciérnagas bastante viejas
Viajaremos hasta ellas
Beberemos sin botella
La leche de las estrellas
¡Come together, right now, over us!
Ridículo padre
Bajo el cielo de Tucson
Que mandas todavía cartas de amor
A la madre.
No olvido mi nombre sellado en tu cara,
herrado a tres sílabas
y en labios de ella generoso chispazo
abriendo con fe lo oscuro,
fuego en el espejo desvelado del alba.