Esto es mi cuerpo. Aquí
coinciden el lenguaje y el amor.
La suma de las líneas
que he escrito ha dibujado
no mi rostro, sino algo más humilde:
mi cuerpo. Esto que tocas es mi cuerpo.
Otro lo dijo
mejor.
Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.
Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este
mundo donde he podido encontrarme contigo.
De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados.
Homenaje a Alvaro Pombo
Relajado.
No jerárquico, ajeno
a las categorías.
Simple, indocto, desnudo
sobre la nieve. Súbito.
Homogéneo.
Primero en la pobreza, en la fiesta del frío.
Abstracto, delicado, limpio de corazón.
«las pasiones, por contener el máximo de vida
son las cosas más santas»
Yeats
He detenido el vuelo de las aves,
el canto de los pájaros
para cantar la gloria de Dios en tu cintura,
tu torso receptivo de claridad a oscuras,
boxeador diminuto entre mis brazos.
He estado acordándome intensamente de ti.
Me puse a traducir a un poeta alemán,
en principio a leerlo, pero tuve
que recurrir al diccionario, y luego
salió algo sorprendente. Creo que te gustaría.
Es un desconocido.
Mi memoria quizá no es la mejor.
Palabras de otro idioma, de otro siglo,
de otro amor: aceptarlas
para poder decir cómo te quiero,
lo que eres para mí.
Exactamente eso: mi todo en este mundo.
Por la tarde te examinarán en el amor
San Juan de la Cruz
Nosotros no dormimos en el lecho paterno.
No queremos tendernos sobre ese venerable
lugar donde nacieron y murieron y amaron
nuestros antepasados.
la cultura está hecha de sorpresas
Bruno Munari
Poesía que conviertes el saber
en una fiesta: pido que me dejes
describir la belleza en términos exactos
de biodiversidad.
Debería movernos a lágrimas el hecho
de que los animales polares sean blancos.
Ad Deum non acceditur passibus corporalibus
Tomás de Aquino
Esto es lo que nunca nuestros antepasados
hicieron, desplazarse por la ciudad, de un punto
hasta otro cruzando los dominios del viento.
Materiales de última generación construyen
estos cuerpos humanos.
Aunque nada sostiene la esperanza que canto
yo sumo aquí las sílabas del amor que te tengo
casi a tientas y pido que su fuego y su música
prendan el ruiseñor prisionero en tu torso.
Creo en un día soleado, mi esperanza lo siente
o lo quiere o lo teme o muere porque sea
cercano al fin sencillo como el puño de un niño.
Aristóteles dice: un cuerpo bello
debe ser percibido en su totalidad.
Así te vi llegar esta mañana.
Venías de correr una hora en bici
por la orilla del río. Te duchaste.
Estuvimos nadando juntos. Varios
largos en la piscina transparente.
Se enamoró de Aquiles la Tortuga
y fingió huir de él para atraerlo.
Cuenta el cruel Zenón que esa tortuga
no perdió nunca la virginidad.
Pero Cantor,
Bolzano,
Weierstrass,
rehabilitaron para siempre al héroe.
Otra versión (no menos conocida)
asegura que éste no alcanzó a la Tortuga
porque el tendón de Aquiles se torció en la carrera.
1
Tán lejos
vuela
el pájaro
que entre él y yo cabría cualquier fábula.
2
Había que elegir
entre ser la mañana
o ponerse a escribirla.
3
Oh retama amarilla,
tán amarilla,
tán,
que perdí la costumbre.
Todo lo perdido
nuestro para siempre,
a prueba de vida,
a prueba de muerte.
Hoy soñé que ayer
era diferente
y me desperté
para no perderte.
Hoy soñé que era
lo mismo mañana:
por tenerte siempre
me morí en la cama.
Ravi el encantador,
sentado junto a una canasta de palabras,
las encantó
y se ordenaron en significados.
Obedecían al encantador
y significaban exactamente
lo que él quería que significaran.
Hay quien inventa
palabras tristes, tristes,
para llorar todos los días.
Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y sólo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero sólo hay tiempo para buscar a la reina blanca
Aquí se congela el corazón y no puede romperse
Aquí se congelan las fuentes del llanto
Aquí se congelan las palabras que designan cosas de colores
y sólo sobrevive la palabra de su nombre
Pero tú no sabes cómo se llama la reina blanca
Se sabe poco de la reina blanca:
que habita un silencio sin ventanas
que habita el castillo de Salsipuedes
que habita el lugar del frío
Se sabe poco de la reina:
que es completarnente blanca
que ni pensando todas las rosas juntas
se podría armar un arrebol en sus mejillas
y que ni con todas las alas de todos los pájaros
se podría emigrar de su invierno en punto
Se sabe poco de ella
Pero no necesitas más para buscarla
ni necesitas más para encontrarla
y avanzar alejándote de ella para siempre
y descubriendo que ya no dejas huellas sobre la nieve
y descubriendo cómo pierdes toda prueba de lavida.
Separar el tacto de las manos
hacia un repertorio disidente
de ejercicios de menos
Tocar sólo tu voz
Después: sólo tu olor
Después: sólo tu luz
Después:
lo inacabado en tu presencia
un desconocimiento.
Y volver a calzarme el tacto
para tocar tu cuerpo
para tocar en tu desnudo
lo desnudo también de desnudez
La primera vez
para nunca fue.
La primera vez
sera
para siempre
la segunda vez.
Después,
corregida,
aumentada,
la primera vez
será nada.
Después:
siempre en vez de
siempre en vez de
siempre en vez.
Mientras besaba a Rosalía
notó que de ella nada había:
ni tronco, ni cabeza, ni miembros… pero esos
detalles olvidó y la cubrió de besos.
No podrías hablar en pájaro
No podrías hablar en viento
No podrías hablar en mar
Te faltaría
creo
l’ esprit de la langue
Lo que han dicho la ola el aire el mirlo
no admite discusión
Tú en cambio tuerces
retuerces las palabras
1
Creí ver un torrente detenido
vivo cada salmón a medio salto
Pero miré mejor y vi que era
un beso hacia el oeste de tu llanto
«Si lo tomo» me dije «convertiré en ahora
las pérdidas constantes de ser algo»
2
Creí ver lo que sobra de tu sueño
fmgirse lo que falta de tu sueño
Pero miré mejor y vi que era
una arruga en el tiempo haciendo tiempo
«Sin la voz de mi voz» me dije «cómo
callar este silencio del silencio?»
3
Creí ver una puerta que llevaba
desde ninguna parte a alguna parte
Pero miré mejor y vi que era
un hueco entre mirarte y no mirarte
«Un aquí en vuelo» dije «vale más »
que cientos de seguros todaspartes»
No sé donde está el árbol
que me hace estar tán lejos
ahora que se acerca
No sé si yo lo traigo
o si es él quien me lleva
Un hilo desde el fondo de su tiempo
tira de mí y me arrastra
mientras tiro de un hilo
para arrancarlo al fondo de su tiempo
Él llega -árbol entero
Yo de mí misma falto
La memoria nos cambia de lugares
sin movernos de nuestros sitios
I
A veces uno se encuentra
con alguien que no está allí
y que al día siguiente otra vez no está allí
y uno se pone a desear
que ese alguien nunca se vaya
para poder no verlo siempre
2
Fui a visitar a nadie
en su casa vacía
y nos dijimos nada
Le di lo que no tengo
Esto pasó mañana
3
Apenas era: era
un umbral no cruzado
Las ganas de saltar
de este lado a aquel lado
Si no hubiera otro lado?
Pronunciada palabra
tán sola
tán desnuda:
regrésate a vestirte de indecible.
Calcular
(dado el producto de la multiplicación de las caricias
el número de golpes de ala por segundo con que la pasión
compensa el peso de los cuerpos
la velocidad adquirida al pensarnos
la resistencia del aire a todas nuestras iniciativas voladoras
el intervalo admisible entre la temperatura máxima y la
temperatura mínima del deseo
las intermitencias con que fabricamos nuestra continuidad
el margen de error tolerable para un ingreso simultáneo
en el olvido que sabes
las probabilidades de reincidir por falta de recuerdo
la mayor o menor necesidad de un postre metafísico al
banquete carnívoro
el porcentaje de limaduras virutas rebabas que pueden ser
recicladas in situ
y la fuerza de gravedad de toda alegría
y la trayectoria asíntota al más estrellado techo)
la condición necesaria y suficiente de este amor.
De algún modo
sumando nada y nada
tengo todo.
Sueños?
Cosas?
O un puente
entre cosas y sueños?
De algún modo
todo se acabará y al mismo tiempo:
lo de afuera y adentro.
1. (Proyecto- Wittgenstein)
«Compartarnos
kilómetros de disparates…»
2. (Al amigo poeta)
Tienes la edad del mundo
y ni un minuto menos.
Pero te ves más joven.
3. (En que pido posada)
Estar sola es perder el sitio,
andar a la intemperie.
Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo,
pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.
Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.
Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
¿Cómo seré o
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.