El hombre respira
con su pecho de alambre:
arterias de cobre como fuego joven
venas de fierro adelgazadas
por el oxígeno negro de la asfixia
tubos obturados por mantecas de sangre
espinas huecas con su mensaje de ácidos gases
pelos de acero oscurecidos por las flemas
filamentos rígidos como coágulos de esperma
hilachas pegosteadas entre espumas y glándulas
estambres revolcados encima de sórdidos gargajos
redes de seda como calcinantes roncares.
Poemas uruguayos
La piel de esta bestia posible
acumula deshojadas láminas
y un hálito herrumbrado
se apega a sus raíces.
Esta piel que cruje así
entre ínfimas tormentas de sal
viene quizá
desde las primeras respiraciones
de una larva enroscándose
en sutiles gelatinas.
(para Pilar Cabrera)
Aquel hombre sostenido
por su rostro de ciego completo
sufridamente iluminándose
en la carnal oscuridad:
¿le adjudicamos estos versos
un cuenco de arroz
unas monedas pálidas?
Aquella sirvienta
o costurera de a sesenta centavos
o hembra leprosa pariendo
o negra nada más
o puta de a una piastra
picándose las várices:
¿le ofrecemos otros versos
agua fresca en las manos
preservativos píldoras proyectos?
¡Qué porquera es la vida! ¡Puro dirse’n amagos!
Nos pasamos los años enfrenando esperansas,
que soltamos despiadas, a lo largo’el camino,
sin poder apariarnos a la dicha desiada.
Cuando semos gurises, de ganosos por criarnos
pa ser libres y dirnos po’ande quieran las ganas,
nos parece qu’el tiempo march’a tranco’e tortuga
y que nunca yegamos a la edá’mbicionada.
Pa dentrarme’en el alma juiste artera y mañosa.
M’engrampastes a juersa de tarimba y carpeta.
Con dispacio y baquía, como quien cincha’l monte,
preparaste la trampa pa embretar mi soncera.
A ocasiones mansita como yegua’e piquete
y a ocasiones lo mesmo que un venao de matrera;
di a ratitos tristona, redetida en suspiros,
y otras güeltas beyaca, negadora y perversa;
rebenquiando ese cuerpo cimbrador com’un’unco
-and’hicieron tuitas mis miradas querencia-,
y enyenando’e promesas esos ojos dañinos
que almarean más juerte que la mesma giñebra,
pecho adentro, di a poco, te me juiste ganando,
sin temor de qu’el güeso se pudiera dar güelta,
pues jugándola en vaca con mandinga, ¡dejuro!,
cualquier cancha te sirve y ande quiera echás güena.
:dos se miran uno al otro
hasta que son irreales
entonces cierran los ojos
y se tocan uno al otro
hasta que son irreales
entonces
guardan los cuerpos
y se sueñan uno al otro
hasta que son reales
que despiertan:
dos se miran…
Para simplificar
pienso en tu sexo
El cuerpo de los cuerpos – lo que fueron
entre los dos y olvidaron
a veces los recuerda
En una ausencia simultánea
se interrumpen entonces
en sus lugares separados
Y no saben que viajan
como dos soledades que se citan
en alguna memoria ajena
que andan sin frentes y sin ojos
como el viento o los ríos
Y no saben si están van a estar o estuvieron
En sus lugares separados
ambos pierden sus cuerpos
– sin molde el alma flota –
mientras el olvidado encuentro dura
mientras el encuentro los recuerda.
En el jardín que recuerdo
sopla un viento que mueve las hojas
del jardín donde ahora estoy escribiendo
En el jardín que imagino
sopla un viento que mueve las hojas
del jardín que recuerdo
Y en el jardín donde ahora
estoy escribiendo
sopla un viento que mueve las hojas
sin jardín:
armisticio
de fronda imaginaria y de fronda recordada
pero tabmién las hojas verdes
del jardín donde escribo
pero también las hojas blancas
en que estoy escribiendo
y nace otro jardín
En su cuarto blanco,
entre blancas sábanas
se ha dormido
y sueña
que duerme y que sueña
en su cuarto blanco
Se sabe soñando
porque de su cuerpo
a su cuerpo cae
infinitamente
y sin movimiento
Y de pronto llega
al fondo del cuerpo
y entonces despierta
en un cuarto rojo
dentro de su sueño
Sabe que despierta
dentro de su sueño
porque es rojo el cuarto
rojo todo blanco:
sábanas y cuerpo
Y otra vez se duerme
en su sueño
y sueña
que en su cuarto blanco
dormido se encuentra
soñando que está
en un cuarto rojo
donde duerme y sueña
Se sabe soñando
porque de su cuerpo
a su cuerpo cae
y del blanco al rojo
y del rojo al blanco
infinitamente
y sin movimiento
Y de pronto llega
al fondo del cuerpo
al fondo del sueño
al sueño sin fondo
a las familiares
sábanas de frío
al sueño de nadie
Ando como liberta por la calle,
sin marca, sin collar y sin el nombre
de mi dueño, clavado a sangre y fuego.
Circulo libre por el cuerpo que amo,
sin limitar el tiempo ni el espacio.
¿Necesitas mi hálito de vida,
fue suficiente pagar con el impuesto
de los años indefensos y tiernos,
de los oscuros pozos llenos de amor
a todo trance, de héroes desnudos
que me amaban aún sin esperanza?
Hay que encerrarse en la caligrafía
atribuirle al nombre un número,
soportar con paciencia la etiqueta
y no inventar el mundo cada tarde.
Hay que aceptar al general en jefe,
hay que encogerse si la cama es corta.
Dormir de lado si la ves estrecha,
estrujarse los pies en los zapatos.
Tú pasas por la vida sin rozarla,
que no te toque el hierro del esclavo
que con cualquier limosna se alimenta.
Tu vida es un convite para nadie,
tu corazón un bote salvavidas
sólo para pasajes de primera.
Tu cuerpo amante vive hipotecado
sobre cualquier prebenda medieval,
sin embargo de sesgo me contemplas
siento latir tu sangre precintada
ese alazán que va a romper la cincha
que se horroriza de los mausoleos
y que quiere vivir, a tu pesar.
Anda un amigo en medio de la noche.
Han cerrado los bares. Las persianas
de acero bajaron con estrépito. Los gatos
deslizan apetitos. Anda la luna
por ahí, velada. Pasan coches y luces;
sobreviene, después, un silencio
que mueve la plantita en la cornisa;
silencio que hace un chambelán
de un grillo -del canto de ese grillo-.
El poeta envejece.
No ve la línea,
la delgada silueta
que, antes, veía.
La escritura le baila
una polkita;
se le van los matices,
las golondrinas.
Pero se puso lentes
y oh maravilla
se dibujaron netas
las golondrinas.
a Nené
-«Estás igual..» No. -Claro que envejeces;
-horrible fuera: sola y detenida,
mientras brotan y siegan a las mieses,
y el tren se va y el corazón trepida…
«Si universo y si tiempo nos sobrara…»
-Lo dijo Marvell- en un nomeolvides
si «La púdica amada» titubeara…
Ronsard lo reiteró y hoy Benavides.
Cuando se vive al borde
de una ciudad de conmovidas piedras-
a la que obviaron un destino
de naufragio y ceguera
y el invierno -que agobia oscuramente-
es la pared de su verdín cubierta,
no es fácil Garcilaso
ni la Egloga;
-aún el helado visitante filtra
su humor entre las piedras-
mírenlo -alumnos de poesía- y miren
el vaticinio de las quemas…
No es fácil ver
ando la calle llega
con sus volados árboles y muros
y entre hojas y lágrimas nos ciega.
vamos a escuchar las voces
sus diferencias
a oír
ponga el jilguero lo suyo
y el pirincho lo haga así
pero vamos a entendemos
que lo que quiero decir
no es opinión sobre gustos
dura tarea
o feliz
como un borracho que muere
ahogándose en un barril
yo vengo de un fondo viejo
con Berceo a la nariz
y endulzó la villanesca
el agrio son del país,
pero un puente de guitarra
fue lo que me trajo a mí
por eso no se sorprendan
si contrapuntean aquí
la guitarra de Gabino
y el arpa del rey David.
Pensando en vos,
amigo-amigo, tengo
el corazón en re-menor…
Y guitarras se vuelven,
cables, antenas, ramas,
en el mundo exterior…
Una milonga suena
en tu voz tenebrosa
y le nace una rosa
a la mísera antena…
Canta una vidalita
la medianoche tensa
y el mundo entero grita
por esa voz inmensa…
Pensando en vos,
amigo-amigo, tengo
el corazón en re-menor…
Las hojas de los plátanos
susurran tus canciones
en el mundo exterior…
Un candombe entristece
lonjas de la Cuareim…
Un “lundu” lastimero
pregunta por “meu bem”…
Un pajarito ciego
canta hacia donde nace
el sol, el sol de todos,
cantando se deshace…
Pensando en vos,
hermano-hermano, tengo
el corazón en re-menor…
Y guitarras antiguas
trabajan en mis venas
en el mundo interior…
Pensando en vos…
supo jugar el ajedrez con el Diablo
sin abandonarle jamás ninguna
pieza grande.
Sir Thomas Browne
Necesito saber (Fausto, Sir Thomas)
sin influencias de Madona Luna;
sin la alquímica busca de fortuna;
sin salamandra o piedra en las redomas;
Esta hoja verde, el hueso recubierto
de fina piel y carnes deleitosas;
el grito desolado en aquel huerto:
¿sólo negras simientes de las fosas?
Escrito a la edad de setenta y cinco años
por mí
antaño Hokusai
hoy Sakio Rojin
el viejo loco
del dibujo.
Dibuja lo que quieras
-no lo que sepas
(ya vendrán a enseñarte los maestros)
-pero se contradice-
el viejo loco del dibujo.
Cuerpos desesperados del estío.
Con el sexo vibrando en las cigarras;
en úes de torcazas y guitarras
y en las fogatas alumbrando el río.
El ojo que descubre lo prohibido,
el halcón sobrevuela la ventana
y ve el flanco de púber porcelana
o de pura obsidiana..
Probablemente, cuando su amigo
le sacó esta instantánea,
el trovador pensaba en inscripciones
de lápidas hebreas,
cisnes, bueyes perdidos.
Sentado en una silla,
lee un libro no determinado;
el cuerpo levemente en arco,
lentes de carey grueso, el pelo
corto (período de vacas flacas)
el buzo y pantalón -acaso- grises
(en el gris dominante de la toma).
Deodoro pisó el marco
de la puerta y allí quedó, tieso.
En la penumbra de la sala vislumbró
las visitas: ropas oscuras (faldas)
y, de pronto, (aparecida) vino hacia él
y le besó en la mejilla, una niña
vestida de blanco (zapatos, medias,
falda) de pelo renegrido (en trenzas)
y ojos como azules.
Esa calle es la misma
con la persiana verde
con el jardín sombrío
por las altas paredes
y el piano que malrota
sonatas de Clementi
esa calle es la misma
tiene una gata y tiene
la misma luz de otoño
los árboles de siempre
esa calle
no digas
que es la calle de siempre
ni es su jardín rotoso
ni su persiana verde
reseca y carcomida
ni sus viejas paredes
a veces suena un piano
pero muy pocas veces
no es la misma esa calle
que es otra
indiferente
sembrada como todas
de pisadas estériles
esa calle
no digas
que es la misma
no sueñes.
El tiempo está en los otros.
Al acecho.
(Y el tiempo no es un tigre de papel)
Hasta que salta de un rostro conocido
Y como quien revela una fotografía
lo vamos descubriendo (sin espejo).
El tiempo está en nosotros.
Puesto entre pitonisas y modernos;
entre aguafiestas y entre barreminas;
entre paces huidobros y esterlinas;
entre caretas y entre posmodernos..
Como en un cuadro de Ensor o Solari
sumido en un bestiario junto al Bosco,
vas, entre muros derruídos, hosco,
en un café bebiéndote un Campari..
El poeta es un apóstata,
inevitablemente. Está
marcado para la apostasía
Su búsqueda incesante
le obligará a colgar
más de una fe en el perchero
(ni a César lo que es del César
ni a Dios lo que es de Dios)
Traspasará las puertas
de marfil 0 de cuerno
las del cofre-fort
las de la cabina telefónica
de la cabina espacial.
1
Soy un viejo que fía en sus neuronas,
un calamar sañudo, un nigromante;
mientras tiemblan las mitras y coronas
en la noche del lobo y del mutante.
2
Borges no puede verse en el espejo
porque se enfrenta al marco de un retrato.
¿Cómo te sientes, entre tantas cosas,
súbitamente, vueltas diferentes?
Mas, tú no las cambiaste. Si, ominosas
o justicieras, descubrieron dientes,
mordiendo, líderes o presidentes;
ayer cantados bajo palio y rosas.
Hablo de corazones y de gentes,
de muros derribados y de prosas.
Folquet ( o Fulco) de Marsella, trovador
admirado por el Dante (con él habló
en su Paradiso canto IX- dibujándolo
como un hombre de amor y luego un
alma de amor, un habitante del planeta
Veus); Folquet (oFulco)
plantó su reflexión contemporánea
sobre el quehacer trovadoresco:
‘Un verso sin música
Es como un molino sin agua.
Te vuela el alma o esa cosa que decimos:
el alma. Y tienes alas y aprendiste a volar.
Centellas de tus brazos o poemas
alzan al cielo adiós, adiós la tierra- la blanca catedral.
Un andamiaje de álamos nocturnos;
vas, en una calesa hasta el túnel lunar;
te vuela la camisa con el alma, y tu pecho
es todo el cielo, y una segunda realidad
-a la que se despierta en la vigilia-
te abre sus puertas.
No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.
Llegaste temprano al buen humor
al amor cantado
al amor decantado
llegaste temprano
al ron fraterno
a las revoluciones
cada vez que te arrancaban del mundo
no había calabozo que te viniera bien
asomabas el alma por entre los barrotes
y no bien los barrotes se afojaban turbados
aprovechabas para librar el cuerpo
usabas la metáfora ganzúa
para abrir los cerrojos y los odios
con la urgencia inconsolable de quien quiere
regresar al asombro de los libres
le tenías ojeriza a lo prohibido
a las desgarraduras para ínfula y orquesta
al dedo admonitorio de algún colega exento
algún apócrito buen samaritano
que desde europa te quería enseñar
a ser un buen latinoamericano
le tenías ojeriza a la pureza
porque sabías cómo somos de impuros
cómo mezclamos sueños y vigilia
cómo nos pesan la razón y el riesgo
por suerte eras impuro
evadido de cárceles y cepos
no de responsabilidades y otros goces
impuro como un poeta
que eso eras
además de tantas otras cosas
ahora recorro tramo a tramo
nuestros muchos acuerdos
y también nuestros pocos desacuerdos
y siento que nos quedan diálogos inconclusos
recícrocas preguntas nunca dichas
malentendidos y bienentendidos
que no podremos barajar de nuevo
pero todo vuelve a adquirir su sentido
si recuerdo tus ojos de muchacho
que eran casi un abrazo casi un dogma
el hecho es que llegaste
temprano al buen humor
al amor cantando
al amor decantado
al ron fraterno
a las revoluciones
pero sobre todo llegaste temprano
demasiado temprano
a una muerte que no era la tuya
y que a esta altura no sabrá que hacer
con
tanta
vida.
Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.
Cuando el presidente, cualquier presidente
se preocupa tanto
por los derechos humanos
parece evidente que en ese caso
derecho no significa facultad
o atributo
o libre albedrío
sino diestro
o antizurdo
o flanco opuesto al corazón
lado derecho en fin
en consecuencia
¿no sería hora
de que iniciáramos
una amplia campaña internacional
por los izquierdos humanos?
Alguien limpia la celda
de la tortura
que no quede la sangre
ni la amargura
alguien pone en los muros
el nombre de ella
ya no cabe en la noche
ninguna estrella
alguien limpia su rabia
con un consejo
y la deja brillante
como un espejo
alguien piensa hasta cuando
alguien camina
suenan lejos las risas
una bocina
y un gallo que propone
su canto en hora
mientras sube la angustia
la voladora
alguien piensa en afuera
que allá no hay plazo
piensa en niños de vida
y en un abrazo
alguien quiso ser justo
no tuvo suerte
es difícil la lucha
contra la muerte
alguien limpia la celda
de la tortura
lava la sangre pero
no la amargura.
Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea
sonríe
cual si fuese
una revelación
y su sonrisa anula
todas las anteriores
caducan al instante
sus rostros como máscaras
sus ojos duros
frágiles
como espejos en óvalo
su boca de morder
su mentón de capricho
sus pómulos fragantes
sus párpados
su miedo
sonríe
y usted nace
asume el mundo
mira
sin mirar
indefensa
desnuda
transparente
y a lo mejor
si la sonrisa viene
de muy
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desgarrarse
sin deseperarse
sin convocar la muerte
ni sentirse vacía
llorar
sólo llorar
entonces su sonrisa
si todavia existe
se vuelve un arco iris.
Se las arregló para ser contemporáneo de quienes nacieron
medio siglo después de su muerte
creó una justicia natural para negros zambos indios y
criollos pobres
tuvo pupila suficiente como para meterse en camisa de once
varas
y cojones como para no echarle la culpa a los otros
así y todo pudo articularnos un destino
inventó el éxodo esa última y seca prerrogativa del albedrío
tres años antes que naciera marx
y ciento cincuenta antes de que roñosos diputados la
convirtieran en otro expediente demorado
borroneó una reforma agraria que aún no ha conseguido el
homenaje catastral
lo abandonaron lo jodieron lo etiquetaron
pero no fue por eso que se quedó para siempre en tierra
extraña
por algo nadie quiere hurgar en su silencio de viejo firme
no fue tosco como lavalleja ni despótico como oribe ni astuto
como rivera
fue sencillamente un tipo que caminó delante de su gente
fue un profeta certero que no hizo públicas sus profecías
pero se amargó profundamente con ellas
acaso imaginó a los futurísimos choznos de quienes
inauguraban el paisito
esos gratuitos herederos que ni siquiera iban a tener la
disculpa del coraje
y claro presintió el advenimiento de estos ministros alegóricos
estos conductores sin conducta estos proxenetas del
recelo estos tapones de la historia
y si decidió quedarse en curuguaty
no fue por terco o por necio o resentido
sino como una forma penitente e insomne de instalarse en su
bien ganado desconsuelo.
1
Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.
Ay del sueño
si sobrevivo es ya borrándome
ya desconfiado y permante
y tantas veces me hundo y sueño
muslo a tu muslo
boca a tu boca
nunca sabré quién sos
ahora que estoy insomne
como un sagrado
y permanezco
quiero morir de siesta
muslo a tu muslo
boca a tu boca
para saber quién sos
Ay del sueño
con esta poca alma a destajo
soñar a nado tiernamente
así me llamen permanezco
muslo a tu muslo
boca a tu boca
quiero quedarme en vos
Ayer pasó el pasado lentamente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente
ayer pasó el pasado por el puente
y se llevó tu libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente
ayer pasó el pasado con su historia
y su deshilachada incertidumbre/
con su huella de espanto y de reproche
fue haciendo del dolor una costumbre
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche.
me jode confesarlo
pero la vida es también un bandoneón
hay quien sostiene que lo toca dios
pero yo estoy seguro que es troilo
ya que dios apenas toca el arpa
y mal
fuere quien fuere lo cierto es
que nos estira en un solo ademán purísimo
y luego nos reduce de a poco a casi nada
y claro nos arranca confesiones
quejas que son clamores
vértebras de alegría
esperanzas que vuelven
como los hijos pródigos
y sobre todo como los estribillos
me jode confesarlo
porque lo cierto es que hoy en día
pocos
quieren ser tango
la natural tendencia
es a ser rumba o mambo o chachachá
o merengue o bolero o tal vez casino
en último caso valsecito o milonga
pasodoble jamás
pero cuando dios o pichuco o quien sea
toma entre sus manos la vida bandoneón
y le sugiere que llore o regocije
uno siente el tremendo decoro de ser tango
y se deja cantar y ni se acuerda
que allá espera
el estuche.
Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más dócil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
Tres poetas en uno / semillero
de tantos más / tu ánima insumisa
se topó con la muerte en su pesquisa
y la puso a cuidar tu invernadero
especialista en empezar de cero
detonaste la bomba de la risa
sin Dios, sin espejismos y sin prisa
perro viejo / filósofo / ingeniero
fiel a tu gente / a Amparo / y a ti mismo
a pesar de tus ráfagas de triste
te encaraste jovial con el abismo
hombre en medio del mundo y hombre a solas
junto al mar fuiste humilde y escribiste
simplemente / las olas son las olas.
Los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Jaime Sabines
Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren
el amor pasa por los parques
casi sin verlos amándolos
entre la fiesta de los pájaros
y la homilía de los pinos
cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
unos es el rostro del amor
y el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros
y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amo